Rosell, que ha declarado durante casi tres horas como imputado por un presunto delito de fraude fiscal, ha indicado, según esta parte, que el Barça abonó 40 millones de euros en concepto de indemnización a la sociedad del padre del futbolista y otros 17,1 por la cesión de sus derechos federativos.
El expresidente del Barça también ha señalado que después de su imputación repasó todos los términos del contrato y que su conclusión es que sólo cabe felicitar a la asesoría jurídica del club por el trabajo realizado.
Rosell ha respondido durante casi noventa minutos a las preguntas del juez instructor y el resto del tiempo del interrogatorio a las cuestiones planteadas por el fiscal Anticorrupción, José Perals; su abogado, Ignacio Ayala; y el resto de partes personadas en el procedimiento.