Ingredientes:
- Harina de repostería 500 g.
- Anís dulce 125 ml.
- Aceite de oliva 250 ml.
- Azúcar avainillada 1 cucharada sopera.
- Pistachos troceados 50 g.
- Azúcar blanquilla para emborrizar.
Elaboración:
Calentamos el aceite en una sartén y dejamos entibiar. En un bol ponemos la harina, el azúcar avainillado, los pistachos y el anís (hay quien prefiere poner anís seco) y cuando el aceite se haya enfriado lo mezclamos con todo, formando una masa homogénea que trabajamos un poco sobre la encimera.
En una placa de horno (no es necesario cubrirla con papel, ni untarla con nada), vamos colocando bolitas de igual tamaño, unas junto a otras, sin miedo a que se peguen, pues no aumentan de tamaño y las perforamos en el centro con un tubo de metal, para hacerles el agujero y que queden parejos, yo he utilizado un tubo de hacer canutillos, si no tuvierais, los hacéis a mano. Me contaron que antiguamente se hacían estos agujeritos con el canutillo de plástico de las bobinas de hilo de coser.
El horno lo habremos precalentado a 180 ºC. Introducimos la bandeja y dejamos que se hagan de 35 a 40 minutos.
En caliente, emborrizamos en azúcar.
La opción de los pistachos que yo he elegido para esta ocasión podéis sustituirla por otros frutos secos, mejor picados e incluso no poner ninguno, también podéis aromatizar con ralladura de naranja o limón, con canela, o con vainilla como he hecho yo.
Dedicada a: Elena, Ana, Concha, Rosi, Sefi, Lales, Amelia, Aurora, Juan de Dios, Rosa, Miguel ... y en especial a Ignacio.