La nutricionista del hospital me dio unas pautas de lo que debía y no debía comer. Tuve mis dos semanas de desintoxicación: 0 verduras, 0 frutas y nada de azúcares. Lo que nadie me dijo es que el trigo contiene fructanos(fructosa)por lo que como la pasta y pan no estaban prohibidos, así estoy yo casi empezando de cero y esta vez haciendo las cosas mejor que nunca.
No os voy a aburrir más con el tema, aunque un día os contaré mejor mi experiencia para los que estén como yo y les pueda ayudar.
He variado un poco la receta que tenía en el blog aquí os traigo una nueva y adaptada. Para su elaboración, he utilizado una harina blanca ecológica de espelta, tiene menos fructanos y se tolera mejor.
INGREDIENTES:
- 200 gr de harina blanca ecólógica de espelta
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 100 ml de agua tibia
- 1 cucharada rasa de levadura de panadero
- una pizca de sal
- opcional: semillas de sésamo al gusto (1 cucharada rasa) y una pizquita de orégano
- un poco de sal de Ibiza o sal rosa del Himalaya.
- una cucharadita extra de aceite (lo explico en la receta)
RECETA:
- Mezclar en un bol la harina de espelta, levadura, aceite de oliva, las semillas de sésamo, orégano y el agua tibia. Precalentar el horno a 225º.
- Amasar la mezcla para formar una bola y colocarla dentro del bol tapado con un paño de tela y dejarlo reposar durante unos 20 o 30 minutos.
- En una bandeja de horno, ponemos una hoja de papel vegetal para horno. Pasado el tiempo de reposo, cogemos la masa y formamos palitos. Tened en cuenta como las forméis de grandes o pequeñas para la cocción. No las juntéis al colocarlas en la bandeja para que no se pequen al cocerlas.
- Antes de meterlas en el horno con la ayuda de un pincel de silicona(o el que utilicéis en la cocina), las pintamos con aceite y espolvoreamos un poco de sal de Ibiza.
- Hornear durante unos 20 minutos(según hornos) hasta que las veáis doraditas.