Esta semana he tenido la oportunidad de asistir al IV Congreso del Tercer Sector Social, que se ha celebrado en Barcelona, bajo el lema “Avanzar en igualdad y derechos sociales”. Ha servido para reflexionar sobre la situación del Tercer Sector, las dificultades por las que atraviesan muchas de las entidades para llevar adelante sus proyectos, ahogadas por déficits de tesorería provocados por la Administración o por su propia gestión, y conocer la visión de un buen elenco de ponentes.
Pero quiero parar la atención en algo que me ha sorprendido de manera extraordinaria, y es el hecho de que cuando se ha estado hablando de avanzar en derechos sociales, no se ha mencionado en absoluto a la Empresa y el papel creo fundamental que juega o debería jugar en todo este tema. En una de las ponencias, el filosófo y profesor universitario Francesc Torralba, hablaba muy acertádamente de la necesidad de “crear conciencia” social, y cuando enumeraba quiénes son los actores que generan conciencia, mencionaba: medios de comunicación, tejido asociativo y de entidades, redes, escuela y administración. Pero no enunció en ningún momento a la Empresa, a la Pyme, una comunidad de empleados que creo puede y debe aportar mucho a la mejora ética de la Sociedad y a la creación de conciencia social.
Llama la atención, y demuestra la enorme oportunidad que existe en este campo en tanto en cuanto la Empresa, como generadora de riqueza, a través de vínculos entre empleados, clientes, proveedores, accionistas, etc, puede ser un marco fundamental de apoyo social en la búsqueda del compotamiento ético. Para la empresa, la RSC, ha dejado de ser algo más que hay que desarrollar para estar al día “de lo que se lleva“, y pasa a ser algo estratégicamente clave para su evolución y crecimiento. Alberto Trallero – Optima Management