Si a esto le sumamos la necesidad imperiosa de contar con todos los profesionales de la casa —y el primer gesto ha sido la elección de Begoña Alegría, que sustituye a José Antonio Álvarez Gundín, al frente de los servicios informativos de TVE— y de conseguir un entretenimiento de calidad, habrán comenzado a sentarse la bases de lo que debe ser cualquier radio y televisión pública que se precie. El proceso hasta llegar aquí no ha sido fácil, ni tampoco muy ejemplar, que digamos.
No tendrá mucho tiempo Mateo —persona de reconocido prestigio en el sector— para poder dejar su impronta, pero su mandato de unos tres meses hasta la llegada del nuevo presidente, debería servir para ir construyendo los cimientos de una nueva RTVE al servicio de todos.Licenciada en Derecho, Mateo estuvo vinculada a la radiotelevisión pública (locutora en RNE, segunda cadena de TVE, la 1 e Informe Semanal) durante casi 30 años, hasta que fichó por Antena 3, la cadena privada en la que presentó Al filo de la ley y más tarde las noticias durante otros 10.A casi nadie se le escapa que la nueva responsable de la Corporación es lo que comúnmente se conoce como una “mujer de izquierdas”. Así lo demuestra también el hecho de que en 2011 apostara por la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE, compromiso que escenificó uniéndose a la plataforma Ojaláen apoyo del entonces candidato socialista. En este caso, como en otros, cabría decir que su buen hacer y su talento no entiende de ideologías y ahora tiene una buena ocasión para practicarlo y demostrarlo, por muy efímero que pueda ser su mandato.Rosa María Mateo también forma parte de la memoria colectiva de nuestro país, singularmente, aunque no solo, durante los años de la Transición. Cómo olvidar, tras la intentona golpista del 23-F, la lectura del comunicado en defensa de la legalidad constitucional acordado por todos los partidos políticos.Conviene recordarlo ahora, recordárselo a los más jóvenes, para remarcar que no solo estamos ante un personaje de larga y fecunda trayectoria profesional. Mateo representa el magisterio de un trabajo bien hecho, honesto y sin estridencias, durante la década de los 80 y de los 90. Condujo o presentó varios de los programas informativos más importantes de la televisión en España y, desde ese punto de vista, RTVE se puede sentir muy honrada por contar con una administradora única de su talla, aunque sea de forma transitoria. Con ella gana RTVE, sí; con ella ganan todos, singularmente quienes aspiran a contar con un ente público alejado de la manipulación y el sectarismo.