El 38º Congreso del PSOE, celebrado este pasado fin de semana en Sevilla, le ha dado la Secretaría General del partido a Alfredo Pérez Rubalcaba, de 60 años de edad, y bien conocido de todos por los numerosos cargos públicos que ha ocupado en las diversas épocas de gobierno socialista en España.
Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su discurso ante el
Plenario del 38º Congreso del PSOE.
(Fuente: cadenaser)
El resultado fue muy estrecho, solamente por 22 votos sobre la otra única contendiente, Carme(n) Chacón. Sobre casi mil delegados, sólo con que 11 de ellos hubieran votado a Carmen en lugar de a Alfredo, hubiera habido empate.
Según cuentan las crónicas, la noche del viernes al sábado fue larga. Los pesos pesados (Felipe y Guerra entre ellos) desplegaron su capacidad de influencia y consiguieron que la votación final le fuera favorable a su favorito, Alfredo.
Algunos piensan que los discursos de los dos candidatos el sábado por la mañana acabaron de perfilar el resultado. Francamente, me creo más la teoría de las maniobras orquestales en la oscuridad. Los discursos, sin embargo, respondieron a los distintos bagajes de ambos candidatos. Alfredo estuvo sereno y sobrio, y transmitió la sensación de político sensato y serio, fiable. Y Chacón pecó, quizá, de exceso de emocionalidad, y no consiguió disimular que, en buena parte, en este momento, se trata principalmente de un producto de marketing promocionado por la maquinaria que controla y dirige su propio marido.
Sin duda, Alfredo está mejor preparado para organizar y limpiar el partido, organizar un zafarrancho en el propio aparato para que el Partido recupere el músculo de maquinaria electoral, que ha desfallecido muy evidentemente en los últimos tiempos. Pero su recorrido es mucho más limitado. Aunque se le pueden achacar todas las culpas del descalabro socialista del 20-N a Zapatero, el desastre tiene la cara de Pérez Rubalcaba. Y difícilmente puede ser de nuevo candidato a la presidencia en 2015 (o cuando el Gobierno del PP acabe abrasado), y conseguir entonces algún éxito.
Parece que habrá unas Primarias para elegir al candidato (o candidata) que deba enfrentarse entonces a Rajoy. El PSOE ha vivido demasiados problemas en las situaciones de bicefalia de los últimos tiempos (recordemos la etapa Borrell-Almunia) como para que a nadie le apetezca que se repita. Si no sucede nada antes, es más que probable que Rubalcaba acabe siendo el candidato a Presidente del Gobierno, y me parece que repetirá un fracaso electoral parecido al último. Sin duda, algo mitigado por el desgaste que habrá sufrido el PP tras gobernar varios años en aguas tan turbulentas como se presume.
Pero ilusionar de nuevo a algunos millones de votantes potenciales creo que está más allá de lo que Rubalcaba puede conseguir. Y me temo que Carme(n) Chacón, tras esta derrota por la mínima, pueda ser ya una figura política prácticamente amortizada.
Me parece imprescindible que aparezca en este tiempo alguna figura nueva dentro del PSOE. Alguien que no haya estado directamente vinculado/a con la negra etapa de Zapatero y que pueda crear de nuevo esa ilusión necesaria para las victorias electorales.
Carme(n) Chacón, en un momento de su comparecencia
ante el Plenario del 38º Congreso del PSOE.
(Fuente: intereconomia)
En otras palabras, el resultado del 38º Congreso ha sido mucho más de puertas adentro que de cara a los ciudadanos de este país. Dejemos que Rubalcaba renueve el partido, limpie, fije y dé esplendor al aparato, y favorezca (y no impida) la progresión de alguna de las figuras actualmente en segunda o tercera línea de poder, para que la cara del PSOE en las Elecciones Generales de 2015 (presuntamente) sea nueva y no esté ya empañada por el zapaterismo.
Alfredo es un político astuto, y sin duda hará bien esa labor. Pero espero que no se equivoque y se postule a sí mismo como candidato para 2015. Su labor debería facilitar que alguna otra persona de entre los militantes del partido, levante la mano y quiera situarse en la primera línea de fuego.
La elección de Alfredo, en fin, habrá sido de corto recorrido, y centrada en el corto plazo, aunque su labor dentro del partido es necesaria en estos tiempos revueltos. Pero la ilusión de los votantes con el corazón en la izquierda para 2015 deberá venir, necesariamente, de una cara nueva.
Rubalcaba, en el corto plazo, bien. Pero, ¿que hay alguien más?.
JMBA