Los ministros de Interior y Justicia, Alfredo Pérez Rubalcaba y Francisco Caamaño, respectivamente, han aprovechado hoy la sesión de control al Gobierno en el Senado para pedir la unidad de todos los partidos políticos en la lucha contra el terrorismo. Así, Pérez Rubalcaba ha recordado en la Cámara Alta que "la unidad de las fuerzas políticas" es lo que ha permitido llegar hoy "donde estamos" en la lucha antiterrorista.
Se olvidó pedir a ambos ministros las pertinentes disculpas por su hipocresía política, en ella es un verdadero experto el Sr. Rubalcaba, superviviente del gobierno de los GAL pese a lo que sigue en primera línea socialista; el Sr. Caamaño, a diferencia de Pepiño, terminó su carrera de Derecho y se doctoró en ella, lo que dice bastante en favor suyo, pero su trabajo político se movió más entre bambalinas que cara al público de modo y manera que aún debe tomar lecciones del cántabro en este aspecto. Y digo disculpas porque durante el gobierno de Aznar, mientras D. José María firmaba el pacto por las libertades y contra en terrorismo, el Sr. Eguiguren dialogaba con ETA lo que sucedería en el caso de una eventual victoria del PSOE. Pensó el leonés errante que los terroristas eran como el amigo Carod Rovira, y los engañó un poco, obteniendo como respuesta un servicio acelerado de demolición en la T4 recién estrenada, justo un día después de haber afirmado que estaríamos mejor dentro de un año en la cosa terrorista, cubriéndose de gloria política el ínclito presidente y de gloria eterna a los dos latinoamericanos que dormitaban en el interior de los vehículos. Aún así, y pese a todos los predicamentos, el Sr. Zapatero siguió negociando con la banda y negándolo a la opinión pública, para después afirmar que el engaño había venido motivado por contactos internacionales, como si no se pudiese haber sacado a la luz en el momento oportuno. Pues bien, este partido, metido en las cloacas hasta el cuello, embustero por sistema, ruin en el cumplimiento de la palabra dada, pide “unidad”. Solo falta que culpe a los populares de las diferencias en la estrategia antiterrorista. Vivir para ver.