Como dos forajidos que unen sus destinos para salvarse mutuamente. Así salen a los caminos Rubén Pozo (Barcelona, 1975) y Miguel Ángel Hernando (conocido artísticamente como Lichis, Barcelona, 1970) con su gira conjunta Mesa para Dos. Para tocar lo que les apetece y, de paso, componer juntos nuevas canciones.
"Yo iba por el desierto y me encontré a Lichis y ahora compartimos los espejismos. A veces los ve él y otras los veo yo", bromea Rubén, a lo que Lichis apostilla divertido: "Todo muy desértico, porque lo de ir en solitario o en dúo tiene cierta épica de forajidos todavía, de pueblo en pueblo con nuestras guitarras". "¡Es que alguien tiene que entrar en el banco y otro esperar fuera con los caballos!", remata Rubén entre risas en charla con Mercadeo Pop.
Esta aventura comenzó en Aranda de Duero, en el Sonorama Ribera del pasado agosto. Luego repitieron puntualmente desde que empezó este 2019 están ya acumulando kilómetros el uno junto al otro. "Estamos dando conciertos y componiendo juntos y ya hasta hacemos entrevistas juntos", resume Rubén.
Aparcando la épica del viejo oeste, retrocede Lichis hasta el inicio de esta particular unión, recordando que se le ocurrió a él "tocando en un garito en Huesca" y relata: "Ir solo la verdad es que me pone un poco los pelos de punta. Ese día de repente me vino la idea a la cabeza y le escribí un mensaje".
Para Lichis, la unión funcionó desde el primer momento porque los dos estaban en un "punto similar" de sus carreras con unos cuantos discos en solitario. "Eso es algo apasionante pero tiene también sus cosas y por eso creo que a los dos nos ha venido muy bien".
Y aún añade: "Si los conciertos van mal nos emborrachamos juntos y si van bien nos emborrachamos juntos también. Compartimos las alegrías, las frustraciones y el proceso creativo. Aunque no nos emborrachamos mucho, eh, es una forma de hablar, porque nos ha pillado esta unión en una época bastante limpia. Nos vamos cuidando un poco más".
Tras comentar ambos que entre sus planes futuros está grabar un disco con el material que están componiendo juntos, se muestran encantados por la cantidad de fechas que tienen ya cerradas con esta Mesa para Dos. "Es lo que buscábamos porque eso hace que pilles un engranaje importante que no se obtiene de otra manera que no sea tocando", apunta Lichis.
A fuerza de tocar, desde luego que van a conseguir un buen engranaje, pues tras una decena de recitales ya hechos este año, aún tienen por delante Cuenca, Alicante, Bilbao, Santander, Gijón, Oviedo, Valencia, Murcia, Elche, Ponferrada y Vigo (31 de mayo).
"Es genial, la verdad. En los conciertos tocamos temas de nuestros trabajos en solitario y vamos incluyendo las que nos van saliendo", resume Rubén antes de que tercie Lichis: "Y hemos notado que la gente está con muchas ganas de escuchar canciones nuevas. Eso es bonito en estos tiempos de revival que podría haber jugado en nuestra contra. La gente podría estar esperando algo del pasado pero recibir esta respuesta es muy positivo".
Vuelve a tomar la palabra Rubén para admitir que "puede haber gente a la que no le mole" que no toquen sus viejos clásicos de sus respectivos proyectos del pasado -Pereza y La Cabra Mecánica, principalmente-, pero luego cita a su compañero para señalar que ahora están en realidad "tocando los clásicos del futuro".
"Pero quede claro que no renegamos tampoco de lo que hicimos en el pasado. Nos hemos planteado esta gira así y ya está, con nuestra producción de solistas y lo que va saliendo nuevo. Asumimos las consecuencias de ir por este camino. Estamos más recogiditos pero el público también lo agradece. Es una cosa más pequeña, de ir a escuchar y también con algunas cosas de levantar el puñito, eh", plantea Rubén.
Defiende Lichis lo dicho por Rubén, al tiempo que resalta que aparte de tocar, a él le apetece también "contar, narrar y materializar canciones". "Si no, ¿qué me quedará de revival con ochenta años? Con ochenta años vamos a estar escuchando a Maluma y lo vamos a pagar todos. Así que es necesario que se vaya renovando la cosa. Nosotros hacemos rock de guitarras, no estamos descubriendo la rueda, pero sí estamos intentando aportar algo nuevo en forma de canción".
Profundizando en esta reflexión, afirma Lichis que "el pasado te condiciona", algo que en su caso ha sido "tanto un lastre como una ventaja", rematando después: "Desde que dejé La Cabra y empecé en solitario me ha costado mucho. Ahora empiezo a notar amabilidad y empatía, pero llegué a encontrar mucha hostilidad. Porque para el público tu carrera empieza en el momento en que te conoce y lo anterior, fuera lo que fuera, no cuenta. Y cualquier cosa diferente a eso es una traición".
MÚSICOS DE LARGO RECORRIDO
Como músicos de largo recorrido, tanto Rubén como Lichis saben perfectamente lo que cuesta mantener una carrera duradera, por lo que insisten en ver en esta unión todas las ventajas. "Dedicándote a la música tienes que asumir la incertidumbre desde el minuto uno", lanza rotundo Rubén, para aún agregar: "Pero laboralmente ahora la incertidumbre es global para todos, así que los músicos estamos un poco vacunados. En la música no hay finiquitos, ni paro, esto es otra cosa".
Asiente Lichis e interviene lanzando reflexiones encadenadas: "Los músicos somos el sueño neoliberal de cualquier empresario. La gente suele fijarse en el modelo del éxito, pero no gana lo mismo Cristiano Ronaldo que un jugador del Alcorcón. Al final los músicos somos un resultado de nuestro tiempo de alguna manera".
"Como dice Rubén, ahora mismo todos vivimos así, nadie tiene una certeza de qué va a ser de su vida dentro de unos meses, nadie puede hacer planes a largo plazo y al final vas a tener que ser tú el que se autoexplote, con ese eufemismo tan esclavista del emprendedor", destaca Lichis, quien asegura que esta situación termina conectándoles con su público porque al final "todos estamos en la misma lucha".
En esa lucha, en ese camino, ahora Rubén y Lichis, Lichis y Rubén, van guardándose las espaldas el uno al otro y el otro al uno. "Estamos tocando y disfrutando, pasándolo bien también componiendo. Nos están saliendo muchas mitades de canciones y hay que terminarlas. Nos hemos empecinado y haremos un disco", termina Rubén, antes de que Lichis, como buen compañero, remate: "El único plan es darle sentido a cada día y a cada momento. Por eso tratamos de componer cada canción como si fuera la primera... o la última".