Rubén Sánchez (El Facuo)

Publicado el 04 noviembre 2020 por Plasnisk

¿Tengo cejas que me
importe?

Rubén Sánchez, más conocido como El Facuo, El Facturas Falsas, es un amargado enchufado a sueldo por la Junta de Gandalucía y perrito faldero podemita chupa cámaras que ha sobrevivido de chiringuitos subvencionados.

La razón por la que mezcla política junto con los derechos del consumidor es un misterio. O ministerio, que es lo más probable que busque.

Junto a Miguel Lacambra Antonio Maestre son probablemente los dos mayores cantamañanas del Reino de España.

Biografía

De su infancia poco se sabe. Lo que es casi seguro es que nunca el Sol lo molestó. Sus enormes cejas lo protegieron.

Lo más cerca que ha estado de trabajar fue cuando era adolescente de vigilante en un colegio.

Entró en FACUA en 1993 para hacer prácticas en su equipo de comunicación y se enamoró del proyecto. Que su padre fuese el presidente no influyó, ya que como todo el mundo sabe, ser vigilante de un colegio es suficiente aval.

Eso y que FACUA es prácticamente un negocio familiar en el que su padre es el presidente y su pareja también anda por ahí con un carguito que nadie sabe qué función desempeña.

Tuvo una meteórica carrera en la que llegó a ser portavoz de FACUA, esa asociación que no defiende nada más que sus subvenciones y sus mamandurrias dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores.

Desde que fue nombrado solo sabe soltar odio podemita.

También chanchullos varios con Pepephone, cuando UGT-A presentó a la Junta una factura falsa de 10.600 euros suya, crear una banda de progremitas y feminazis que se comunican en un grupo de Telegram que se dedican a ir revelando datos de gente, acosando, amenazando y persiguiendo a tuiteros no afines a Podemos o llamar al boicot hacia Endesa por aparecer en los anuncios random que aparecen en Youtube en el canal de Javier Negre.

Según él el Coronavirus era una simple gripecilla.

También fue condenado por insultar a una mujer, ex asesora externa de la Policía, con expresiones como «tarada», «tramposa», «timadora», «estafadora» o «mascota».

Ha escrito varios libros que no hemos leído ni intención de hacerlo, pero seguro que en ninguno de ellos recoge cómo hacer facturas falsas y recibir a cambio comisiones ilegales via UGT-A con ellas o cómo vivir del cuento. Esos secretos seguro que jamás los revela.