Ruffino Riserva Ducale Oro 2008 Chianti Classico Riserva

Publicado el 02 septiembre 2013 por Manigna

Ruffino
Ruffino Chianti Classico Riserva D.O.C.G.
Riserva Ducale Oro 2008
80% Sangiovese - 20% Cabernet Sauvignon y Merlot
13,5% Grad. Alc.
Gretole Estate / Santedame Estate, Pontassieve, Florencia, Toscana, Italia.

Para variar de los caldos vecinos, mío y de Cris, hoy abrimos un toscano de una antigua bodega italiana, Ruffino, que data de 1877, y ésta marca en particular, el ícono de la bodega, es producida desde 1947, siendo una variante del Riserva Ducale que a su vez es producida desde 1927. Las uvas para producir esta marca provienen de dos áreas especialmente seleccionadas: Gretole y Santedame, con una altitud que varía entre los 350 y 470 m.s.n.m. 

Al vino: a la vista, es de un rubí profundo, con bordes violetas brillantes; denota de baja a mediana corpulencia, forma lágrimas grandes, intensas y persistentes.
En nariz, primera copa de ambos: de inicio encontramos frutos rojos, y algo como clavo de olor.
Segunda copa de ambos, poco más de 1 hora después: lo afrutado es más persistente, también más dulzón, como frutas de mermelada, la sensación a clavo de olor se mantiene, hay también un toque leve de vainilla.
Tercera copa de ambos, aproximadamente poco más de 2 horas después: la sensación afrutada continúa firme e intensa, pero ahora, además hay algo floral.
Cuarta copa de ambos, cuatro horas después: todo igual al anterior pero las notas florales son más notorias y envolventes.
En boca, primera copa de ambos, sin comida: de leve corpulencia, la nota a madera sobresale un poco sin llegar a incomodar, la sensación afrutada es intensa, hay también un rico amargor arriba en el paladar hacia el centro, sensación como de té. 
Segunda copa de ambos, poco más de 1 hora después, ya con comida: la sensación a madera bajó considerablemente, las notas afrutadas son más notorias, explosivas, final largo, retrogusto a hebras de tabaco.
Tercera copa de ambos, aproximadamente poco más de 2 horas después: su tanicidad es más equilibrada e integrada, de leve a mediana corpulencia, final largo, con retrogusto a clavo de olor.
Cuarta copa de ambos, aproximadamente cuatro horas después: a lo anterior le agregamos que en el retrogusto hay sensaciones herbales y florales, ésta última muy intensa.
Con una corpulencia entre leve y mediana es un vino muy bien estructurado, complejo y redondo, de una sensación tánica muy equilibrada integrando bien la casi inexistente madera con la abundante fruta. Sin embargo, para Cris no fue el non plus ultra de las experiencias: es un vino muy correcto, sí, camaleónico, pues en cada copa mudaba, ofreciendo diferentes sensaciones, pero hasta diría que ella lo disfrutó más en la fase olfativa que en la gustativa, ya que perfumó el comedor con su aroma muy intenso, pero en boca le faltó ser más carnudo, más corpulento. A mí no me incomodó su poca corpulencia, y me pareció un vino de aquellos, un tinto muy seductor. Aquí en Brasil no lo hemos visto, pero de venderse me atrevería a pensar que muy probablemente sea ofrecido a más de RS 250 (US$125 aprox), y esto siendo optimista, ya que la media de los Chiantis Classicos Riserva por aquí superan esa cifra. Así que considerando ese factor y el precio al que se encontró, US$ 29,97, o sea, RS 60, ambos creemos que fue una muy buena experiencia.