NOA veces he pensado romper los versos tristesque últimamente escribo,para que mis palabras no se unan a otros labiospropagando el dolor del hombre a la derivaque sólo aguarda ya las sombras de la noche;hombre que el azogue del tiempo en desbandadaque difumina, oscuro, la pujanza en su sangre.A qué escribir mis versos pesarosossi a todos cuantos tenganla luz ya decreciendo en la miradalos sumirá, aún más, en el abatimiento.Pero mi corazón no se resigna,y no desea que su doliente vozse sume al desengaño coral;y la hará amanecida, canción esperanzada,claro aliento.Será la dejación de la andaduravivida felizmente de espaldas al crepúsculo.No he de romper mis versos.
Pero ahí está, lo vemos, la rebelión final, esa llamada a la esperanza, a la alegría, “de espaldas” al tiempo que pasa y nos arrollaPoeta premiado con galardones tan importantes como el “Ciudad de Salamanca” y el “Ciudad de Badajoz”, forofo del mar y la amistad, sensual y lumínico, nos traerá su voz reposada y su sonrisa, envolviendo unos versos de admirable calidad en esta noche presurosa de celebraciones pre-navideñas como un regalo mágico de “Papá Rufino”, más entrañable, sin duda, que el del importado “Papá Noel”, que se nos ha incorporado como un vestido impuesto.
Moisés Cayetano Rosado