Maravillosa mezcla de neorrealismo y comedia, Rufufú es una parodia del cine de atracos perfectos, protagonizada por unos perfectos perdedores. Se trata de una serie de personajes entrañables encarnados por algunos de los mejores actores italianos del momento. El espectador sabe desde el primer instante que el plan saldrá mal, pero la idea y el desarrollo del mismo no pueden ser más hilarantes, con magníficos momentos de puro surrealismo. Lo mejor de todo es que también sabemos que ninguno de ellos va a aprender nada de la experiencia, seguirán dando tumbos, evitando trabajar como los gatos evitan el agua y entrando y saliendo de la cárcel en una rutina vital que difícilmente tendrá fin. Otro de los puntos fuertes del film de Monicelli es el retrato que ofrece de la Roma de los desarraigados, el hábitat de la gente sin esperanza que deambula esperando un milagroso golpe que consiga sacarlos de la miseria cotidiana. En este sentido la película tiene también algo de retrato sociológico, aunque no sea su principal intención.