Ruido de fondo es una novela de prosa contemporánea del autor norteamericano Don Delilo, ganó el U.S. National Book Award for Fiction.
Jack Gladney es un profesor universitario que enseña la desconcertante cátedra del estudio de la vida de Hitler, un empleo prácticamente inventado por él mismo. Vive en un bucólico pueblo junto a su cuarta esposa, Babette, y los hijos que han procreado por separado y entre ellos.
DeLilo no sigue una narración linea, guiada por una trama, el clímax del libro bien puede ser la nube toxica que se libera por accidente en el poblado donde viven los protagonistas, generando un caótico éxodo hacia un refugio.
White noise es una palabra técnica para diferenciar la tasa entre señal y ruido, pero en inglés también es un slang para expresar la cháchara (charla inútil y frívola) que enmascara o nubla toda información relevante.
Lo que DeLilo expresa elocuentemente es que nos ocupamos en tonterías todo el tiempo con la finalidad de acallar un terrible pensamiento, que nuestros días están contados y llegara el momento de partir de este mundo, sin haber acabado nada, ni haber dejado mella. Nos embrutecemos con televisión, drogas, libros e internet (que en el año que fue escrito el libro no existía, ¡no tenías una puta idea, Don, del nivel de estupidez al que llegaríamos!).
Un hombre apocado escondiéndose tras la sombra de un orate, que irónicamente si logró colocar su nombre en la Historia, unos profesores universitarios cada vez más derrotados ante el déficit de atención de los alumnos. unos niños que, perturbadoramente, se comportan como adultos, y el miedo omnipresente, al futuro, a la naturaleza y sobre todo, a la extinción personal.
Me gusta el estilo de DeLilo, es ameno, corrosivo, como la nube que destruye la tranquilidad de las personas que poblan la novela, los diálogos son buenísimos, muchos de ellos en supermercados, expresan perfectamente la naturaleza norteamericana.
Llenemos nuestra cabeza de ruido irrelevante para mantener a la Parca en la raya, busquemos chismorreo de la vida de Kim Kardashian para no tener que pensar en porque hemos traicionado nuestros sueños, usemos nuestro tiempo en las redes sociales con el fin de no tener tiempo para contemplar como asesinamos a nuestro niño interior, matémonos trabajando para impresionar con nuestros juguetes a idiotas que odiamos. Si le subes lo suficiente al volumen ya no tienes necesidad de pensar.