Título original: Ruins
Páginas: 324
Editorial: Editorial Sexto Piso
Samantha y George son una pareja que ha elegido la plácida y tranquila ciudad de Oaxaca como el destino en el que pasarán su año sabático. Para Samantha es la oportunidad de reencontrarse con su pasado. Para George supone un inquietante tránsito hacia un mundo desconocido. Ambos se encuentran en la trayectoria de un torbellino que sacudirá sus vidas y alterará su destino mientras transforma la vida política y de los habitantes de Oaxaca para siempre.
Lo que no sabían es lo que se iban a encontrar en Oaxaca, en primera cuenta, el idioma. George no hablaba nada español, pero se decidió a aprenderlo. Pero además se encontraron con gente haciendo huelgas y marchas para sacar al presidente del estado del gobierno. Grafitis, mantas, granaderos y un desorden digno de una película de guerras. El tráfico, los perros, los niños cruzando por las calles sin respetar señalamientos, semáforos dañados. En fin, Oaxaca era un caos hasta para ellos que vivían en una ciudad tan poblada como Nueva York.
Ésta aventura los lleva a reencontrarse, y a ver la vida de otra manera, ¿qué les dejará Oaxaca?
El libro me gustó muchísimo. Las ilustraciones son geniales y las burbujas de texto son diferentes para cada personaje, así que es muy fácil de leerse, además de que las letras son claras (me desespero mucho cuando la tipografía de las novelas gráficas son muy pequeñas). Además que se lee rápido, yo me lo leí de un tirón y sin pausas. La historia engancha y tiene un mensaje muy bonito, aunque al principio parezca todo lo contrario.
Lo único que no me gusta, es que se toque el lado "feo" de México. El lado corrupto, feo, donde hay huelgas, marchas y hasta perros sueltos por la calle, o que los señalamientos no funcionan. Eso no me gusta, porque México tiene muchas cosas más, sus estados y ciudades también, no sé porqué siempre tienen que recalcar lo malo. Pero bueno, fue parte de la historia y ya ni modos.
No tengo mucho que agregar, porque de hablar de más de la historia sería un spoiler, ya que no es una historia muy extensa. Pero de verdad vale la pena leerla. La edición del libro es preciosa, es de tapa dura con el título en relieve, bastante grande y algo pesado, con un papel de la mejor calidad y unas ilustraciones coloridas, vivas y muy bonitas (como la que les dejo arriba). Vale mucho la pena leerlo, y es un claro ejemplo de cómo los turistas terminan viendo a México después de pasar una temporada aquí.