Tres selecciones debutaron en esta Copa: Irak, Canadá y Dinamarca. Especial fue la participación de la Dinamita Roja que, gracias a una fantástica generación de jugadores y a una idea de juego osada, no sólo plantó cara, sino que hizo soñar al país europeo con un puesto histórico. Tanto los iraquíes como los canadienses no pasararon de la primera parte, e incluso los norteamericanos se marcharon de esta cita sin, ni tan siquiera, anotar un gol.
España tomó parte en este torneo con un equipo bastante mejor que el de hace cuatro años donde destacaban la aparición de históricos con la Roja como Zubizarreta en la portería, 'Míchel' o Butragueño junto a clásicos modernos de nuestro fútbol como Eloy o Julio Salinas. De hecho, el gran Miguel Muñoz, que dirigía a aquella selección, optó por rejuvenecer el equipo y apostar por jugadores jóvenes.Quedó España encuadrada en el grupo D junto a Brasil, Irlanda del Norte y Argelia donde trabajó por una segunda plaza para seguir viva en la competición. Una derrota ante los brasileros por un ajustadísimo 1-0 con polémica incluída, sembró ciertas dudas que rápidamente fueron disipadas con las victorias ante los irlandeses (1-2) y los argelinos (0-3)
En octavos, España se cruzó ante la sorprendente Dinamarca regalándonos uno de esos partidos marcados a fuego en la historia del Mundial. En una tarde donde todo salió bien, los de Muñoz golearon por 5-1 a los daneses con cuatro goles de Emilio Butragueño, en un partido que resultó más que atractivo para el espectador neutral.Y añadiendo otro episodio a su trauma con los cuartos de final, fue otra selección con una gran generación como la belga la que puso punto y final a esta participación de España en el Mundial de 1986. Fue un partido en el que España quiso más pero se encontró con un grandísimo Pfaff y con una falta de definición preocupante. Todo lo contrario lo que vieron los belgas, que casi en la primera que tuvieron, la colaron para adentro. Le costó la misma vida a España empatar el partido y acusó el esfuerzo en la prórroga y se vinieron abajo cuando vieron los penalties.
Del resto del Mundial imposible no destacar a Argentina. Quizás no sea el mejor equipo que la Albiceleste haya presentado en un Mundial, pero contó con la figura de Maradona en el campo, justo en el mejor momento de su carrera, de la que no sé si hace falta comentar algo. Dejemoslo en que se encargó de guíar a Argentina hasta el título final. Sus goles ante Bélgica (Bilardo suspiró cuando vio que los 'Diablos Rojos' se cargaban a España, a la que realmente temía) y sobre todo ante Inglaterra son lo más recordado en la historia de los Mundiales.
Junto a los de Bilardo, la selección de Alemania, Francia y Brasil presentaron grandísimos equipos. De hecho, cualquiera de ellos hubiera sido un justo campeón en cuanto a la relación de estrellas - juego desplegado, pero los cruces se encargaron de alejarlos del triunfo final.Especialmente recomiendo el partido entre Francia y Brasil. De verdad que pocas cosas mejores vais a poder ver.
Y me cuesta citar alguna cosa negativa de este torneo, quizás eclipsado por las imagenes de Maradona, Platini, Sócrates, Matthaus o Lineker. Realmente pienso que fue un torneo como para ver con tranquilidad cada partido.
En el capítulo de nombres propios sólo hay que mencionar a Maradona, capaz de ganar un Mundial casi él sólo. También los alemanes Matthaus o Brehme; los galos Giresse, Tigana, Platini, Luis Fernández; los brasileños Sócrates, Falcao, Careca... muchas estrellas en este Mundial.El inglés Lineker acabó como Bota de Oro del certámen con seis tantos.