Penúltima parada en nuestro camino a Sudáfrica y la hacemos en un país que también dio que hablar por su poca tradición futbolística y por ser la primera vez en que dos países, Japón y Corea del Sur, ejercían de anfitriones en la fase final de un Mundial. Las históricas diferencias socio-políticas entre ambos países hicieron que nacieran dudas sobre lo oportuno de celebrar un Mundial en Asia y que fueran dos los países que lo hospedaran. Al igual que con el Jabulani, en la previa se habló mucho de la calidad final del balón que se estrenó en este torneo y que, a partir de entonces, se volvió en un ritual más dentro de los Mundiales de fútbol y demás torneos continentales.