Salimos de Puerto Madryn en un bus “Rumbo Sur”, nos esperan otras 16 horas hasta la población de Rio Gallegos, donde pasamos una noche para el día siguiente coger un avión de la compañía Lade que nos llevará hasta Ushuaia, la última ciudad del mundo en Tierra del Fuego.
Aterrizamos sobre las 2 y nos disponemos a buscar alojamiento lo más económico posible, una tarea realmente complicada, las calles empinadas de la ciudad y sus aceras rotas dificultan bastante el desplazamiento en silla de ruedas, preguntamos en varios hostels pero no estaba fácil ninguno de ellos presentan facilidades para el acceso en silla de ruedas ni comodidades para personas con movilidad reducida. Finalmente encontramos un Bed and Breakfast que no aunque no estuviese adaptado para acceder a la casa sólo había un peldaño de 5 cm y el baño tenía puertas anchas. Así que finalmente decidimos pasar varias noches ahí.
Al día siguiente recorremos las calles principales de la ciudad, hasta llegar al puerto donde reservamos sitio en un catamarán que hace un paseo por el Canal de Beagle, visitando diferentes islotes y fauna, el barco se acerca muchísimo dando la posibilidad de ver leones marinos muy de cerca. El recorrido finaliza en el faro del fin del mundo, un paisaje espectacular.
A 7 km de Ushuaia se encuentra el Glaciar Martial, nada que ver comparado con el del Perito Moreno pero con muy buenas vistas. En la falda de la montaña y con un terreno no demasiado fácil con la silla llegamos hasta la aerosilla. En Argentina a falta de lugares accesibles es la gente quien te ayuda, así que subimos al telesilla.
Después de un rato en la cima disfrutando de la vista de toda la ciudad y de hablar con los trabajadores decidimos no utilizar el telesilla para bajar sino el camino empedrado, nos dicen que son 15 minutos de descenso y que el camino es sencillo, pero cuando vio que era yo quien quería bajar por ese camino le cambio un poco la cara pero aún así bajamos. No me voy de Ushuaia sin hacer un minitrekking!!!!! 30 minutos después y gracias a la ayuda de Sara para no acabar en el Canal de Beagle volvemos a estar en la falda de la montaña, satisfechos!
Después de una buena centolla, comida típica de Ushuaia, nos vamos a descansar al día siguiente nos espera el Parque Nacional de Tierra de Fuego. Este esta a 20 minutos de coche y desde la entrada se coge el tren del fin del mundo que hace un pequeño recorrido por el parque, se puede acceder en silla de ruedas, y en el te van explicando la historia de esta zona y como se pobló Ushuaia con presos ya que era una zona deshabitada y que debido a sus características con las montañas a un lado y el mar al otro lado hacía imposible la huida.
Ushuaia,una ciudad en la que se pueden hacer muchas excursiones es una ciudad muy difícil para personas con movilidad reducida. Aún así los puntos turísticos y las excursiones más típicas merecen la pena.
En el próximo post: El Calafate, Perito Moreno y más…..