Cuando era pequeño había una canción que martilleaba nuestras tiernas cabecitas. Por aquel entonces la única emisora existente en España (TVE1) emitía sin descanso en todos sus programas de entretenimiento algunas actuaciones musicales que, sin duda alguna, hubieran justificado la legalización de la Inquisición española para aplicarla al responsable de tal desatino. Entre todas ellas yo destacaría, por su carácter destructivo y los daños que en más de una generación provocó, a una tal Rafaella Carrá -una mezcla de Nadia Comaneci dopada y una de Los Ángeles de Charly con depresión-, quien, armada de un micrófono con el cable cortado y vestidos salidos de cualquier estudio de algún fracasado estudiante de moda, voceaba a los cuatro vientos una conocida estrofa: "rumore, rumore, non mi sento sicura, sicura, sicura mai, io stasera vorrei, tornare indietro con il tempo". Vamos a tomarnos esto de Favre con un poquito de humor porque sino, como diría el clásico: "vamos a llevarnos bien, porque sino van a haber ondonadas de ostias aquí, eh!".
El hecho es que, como dice el refrán, "quien siembra vientos, recoge tempestades" y esa es la explicación del porqué de todo este torbellino en torno a Brett. Casi todas las críticas están plenamente justificadas en cuanto a estos bailes durante las últimas temporadas ha organizado uno de los mejores QB's de la historia de la NFL. Pero, a mi juicio, hoy es diferente y aquellos que nunca han tenido simpatías por Favre están aprovechando la ocasión para seguir con el desgaste del mito. Lo digo y lo afirmo en base a dos razonamientos muy simples:
2. No ha habido vuelta atrás. Si "nuestra Diva" estuviera dando una nueva entrega de su conocida comedia "Me voy para volver aunque nunca me fuí", yo tendría que callarme. Es más, probablemente me sumaría al carro de sus detractores. Pero hoy no es el caso. Brett no ha dado ninguna rueda de prensa para anunciar que no está listo para la temporada 2010-2011; Favre ni siquiera ha dado ninguna entrevista donde afirme nada parecido y de hecho, ninguno de los protagonistas implicados ha confirmado o desmentido ni una sola palabra.
Por tanto, esto no es otro número de Brett, él no ha abierto la boca, ni ha intervenido. Otra cosa es que a estas alturas quizá hubiera sido bueno que declarara -aunque fuera vía telefónica- que necesitaba algunas semanas más para recuperarse de su lesión, o algo parecido. Así las cosas, nos tocará contener el aliento hasta minutos antes de que se inicie la liga, salvo que Brett aparezca ante los medios y anuncie su retirada -sin duda definitiva-.
Tendremos que esperar y seguir leyendo... rumores.