¿Runner? Cuatro cosas a tener en cuenta si vas a empezar a correr

Publicado el 08 octubre 2014 por Cristinacastro

Es el ejercicio de moda. Salir a correr se ha convertido no sólo en una forma sencilla y económica de hacer deporte y, al mismo tiempo, olvidarse del estrés del día a día. Si estás pensando sumarte a la moda "runner" aquí tienes algunos consejos. Toma nota:


Efectivo y sencillo de practicar, el footing se ha convertido en una de las principales opciones a la hora de ponernos en forma. Además de quemar una importante cantidad de calorías en poco tiempo (se estima que media hora de footing puede llegar a quemar hasta 300 calorías), la práctica de este deporte no sólo ha demostrado ser un gran aliado a la hora de regular nuestro colesterol y fortalecer nuestros músculos y huesos, sino que ayuda a combatir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo.
Sin embargo, y a pesar de que los beneficios de este deporte han quedado sobradamente demostrados, existen ciertos riesgos que merece la pena tener en cuenta.
Regula la intensidad. Si se comienza a practicar con excesiva intensidad, corremos el riesgo tanto de padecer problemas musculares como coronarios. Se recomienda no correr durante más de 10 minutos a intensidad media durante nuestras primeras sesiones de footing, especialmente si estamos acostumbrados a una vida sedentaria.
No olvides el calentamiento. Como cualquier otro deporte, el footing requiere una serie de estiramientos antes de empezar a correr. Además, se recomienda comenzar a trote lento e ir incrementando poco a poco nuestra velocidad.
Cuida tu espalda. Aunque la mayor parte de la fuerza que hacemos al correr se realiza con las piernas, la espalda puede resultar también dañada si practicamos footing durante un periodo largo de tiempo. Si este es nuestro caso, no está de más intentar fortalecer nuestros abdominales, ya que evitaremos que nuestra espalda pueda resultar perjudicada.
Vigila el terreno. Si bien es cierto que el footing puede practicarse en casi cualquier lugar, nuestros gemelos y nuestras rodillas y tobillos pueden resultar dañados si se realiza sobre una superficie inadecuada. Conviene decantarse por un terreno liso, regular y, sobre todo, blando, como es el caso del césped o la tierra.
FOTO: The Global Orphan Project