La rurbanización es un concepto surgido de la tendencia creciente a vivir como en la ciudad aún estando en el medio rural. El estilo de vida y las tradiciones rurales se sustituyen por necesidades, infraestructuras y hábitos de las urbes. Este cambio territorial, radical y acelerado, diluye la frontera entre lo que se considera urbano y lo que es rural. Se establece, por tanto, hibridación entre los dos medios que no pasa desapercibida.
El mundo rural ejerce una atracción cada vez mayor para los habitantes de las ciudades
Cuestiones como la urbanización dispersa, la segunda residencia, la generación de energías renovables de forma des localizada, las infraestructuras de comunicaciones, el auge de las TICs y los centros comerciales son algunos ejemplos de los proyectos que contribuyen al cambio del medio rural, haciéndolo cada vez más urbano, es decir, rurbano.
El espacio rururbano es, en la práctica, el espacio rural dedicado a usos industriales o urbanos. Es un fragmento de territorio que, calificado como no urbano en los planes urbanísticos, se ve ocupado por invernaderos, líneas de conducción eléctrica, almacenes agrícolas, albercas y canales de riego, entre otros, o incluso por instalaciones completamente alejadas de la actividad agropecuaria, como plantas de tratamiento de aguas residuales, carreteras y autopistas, e incluso, circuitos de competición.
El espacio rururbano desdibuja totalmente la vieja separación entre territorio urbano y territorio rural
La rurbanización tiene impactos tanto en el territorio como en las personas:
- Económicos, con nuevas dinámicas, necesidades y flujos.
- Sociales y culturales, con cambios poblacionales, migraciones y perdida de identidad.
- Ambientales, con cambios de usos del suelo, perdida de biodiversidad, gestión ineficiente de los residuos generados y uso abusivo y polución del agua.
- Paisajísticos, como la banalización del paisaje, la transformación acelerada del territorio y la perdida de elementos y espacios emblemáticos
El mundo rural cambia y los retos sobre los que hay que trabajar parece que se vislumbran:
- Establecer un dialogo entre el mundo urbano y el mundo rural para paliar los desequilibrios territoriales, sociales y ambientales.
- Hacer que este territorio sea competitivo, sin perder sus señas de identidad.
- Gestionar el territorio de forma sostenible, pensando los planes y las políticas a largo plazo.
- Promover la asociación y la participación de mujeres, jóvenes y emigrantes para conseguir la vertebración social de estos territorios.
- Y acercar la Administración a los ciudadanos, asistirles en sus decisiones, evitando la imposición.
Este territorio hibrido en construcción nos enfrenta a retos, pero también nos ofrece oportunidades para una gestión sostenible y sensible del territorio. Las oportunidades no son únicamente ver el medio rural como un recurso, sobre el que se tiene que intervenir, sino verlo también como un valor que se tiene que gestionar con una visión amplia, implicando a todos los sectores. También aparecen oportunidades en lo relativo a las nuevas necesidades de una población creciente que demanda productos y servicios de carácter urbano en un nuevo medio.
No estaría demás mezclar algo de filosofía Slow para dejarnos algo de lo que nos agobia en las ciudadades …
¿Crees que se pueden conciliar estos dos mundos?
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