Emocionante, atrapante y técnicamente impecable. Poco hay para reprocharle a Rush, es que si posee puntos negativos, de un solo visionado no se divisan fácilmente; por el contrario, hay que hurgar demasiado para hallar las falencias de esta aventura que no se limita sólo al mundo de las carreras automovilísticas. Daniel Brühl (Bastardos sin gloria), hace de Niki Lauda; Chris Hemsworth, del lado totalmente opuesto, encarna a James Hunt. Este biográfico apela constantemente al juego antagónico entre estos dos eternos rivales que se vieron las caras por primera vez en Fórmula 3, algo así como las divisiones menores de la gran categoría. Ron Howard idea un film en donde el atractivo principal está puesto en la rivalidad incompatible, en todo punto de vista, entre ambos personajes. El austríaco, incorruptible desde la conducta y la responsabilidad con su trabajo; el británico como hombre de la noche, el alcohol y los excesos. El andar solitario y retraído de Lauda en oposición al flanco amiguero y poblado de acompañantes de juergas de Hunt. La seriedad de Niki y su cautela ante el peligro; la impulsividad de James frente al riesgo, en una permanente cercanía a la muerte que él mismo asocia con la capacidad de hacerlo sentir más vivo y enérgico.
LO MEJOR:las interpretaciones. El parecido físico que se obtiene con los reales. Las secuencias de carrera, a puro vértigo. La rivalidad, diálogos memorables. LO PEOR:podría haberse mostrado más acerca de Lauda que de Hunt.
PUNTAJE:8,2