Una delegación de médicos viajó a la prisión de alta seguridad donde se encuentra detenido el crítico del Kremlin en huelga de hambre, Alexei Navalni, tras recibir informes de que su salud se está deteriorando rápidamente.
Anastasia Vasilyeva, líder de la Alianza de Médicos, llegó a la colonia penitenciaria IK-2 el martes y exigió que Navalni obtenga ayuda médica calificada de médicos independientes. El hombre de 44 años se ha quejado de dolor en la pierna y de espalda. Además el lunes se sugirió que tenía fiebre. Él había dicho anteriormente que varios pacientes en la prisión tienen tuberculosis.
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En una publicación de Instagram, Navalni dijo que tres personas de su sección habían sido hospitalizadas con tuberculosis y se quejaron de las condiciones en el campo de prisioneros. “En el interior hay condiciones insalubres, tuberculosis, falta de medicamentos”, escribió, y dijo que estaba “genuinamente sorprendido de que no haya ébola”.
Criticó a los medios estatales rusos, que han difundido en los últimos días afirmaciones de que la prisión en la que se encuentra recluido era “ideal” e incluso tenía su propio restaurante.
“Invito a los corresponsales de los canales de Putin a pasar la noche en nuestra ‘prisión ideal’ en la cama de al lado con un convicto tosiendo”. Navalni dijo que tenía una tos severa y una temperatura de 38.1, que se considera fiebre.
Detención de manifestantes, médicos y periodistas
Varios sanitarios y periodistas fueron detenidos hoy frente a la prisión de la región rusa de Vladimir, cerca de Moscú, donde se encuentra el líder opositor ruso, Alexei Navalni, que la pasada semana se declaró en huelga de hambre.
Los sanitarios de la Alianza de Médicos intentaban acceder al centro penitenciario para examinar a Navalni, cuya salud se ha deteriorado en las últimas semanas en la cárcel.
Los funcionarios de la prisión impidieron a los sanitarios acceder al recinto y también se negaron a aceptar la solicitud oficial que escribió sobre el capote de un coche la líder de la alianza, la médica Anastasía Vasílieva, colaboradora de Navalni.
Vasílieva criticó a las autoridades por denegarle la asistencia médica a un preso “moribundo”, en alusión al político, que ya estuvo en coma en agosto después de ser envenenado con el agente químico Novichok.
Vida en peligro
El 1 de abril, un aliado de Navalni, Vladimir Ashurkov, director ejecutivo de la Fundación Anticorrupción, dijo que la vida del líder de la oposición estaba en peligro.
Navalni fue arrestado en enero cuando regresaba de Alemania, luego de recibir tratamiento luego de ser envenenado con un agente nervioso, un ataque del que culpó al Kremlin. Moscú ha negado la afirmación.
Ashurkov especuló que el dolor que Navalni sentía en la espalda y la pierna estaba relacionado con el ataque.