RUTA al PICO CUNIO desde AMBINGUE, Ponga

Por Pasuapasu

Sierra de Tameces: El Pico Cunio (1.264 m.) por Semeldón y Viores.

La ruta de hoy al Pico Cunio es de esas excursiones que cuesta olvidar. Recorrido duro y con muchos metros de desnivel, pero por parajes realmente increíbles. El trayecto como tal ya lo conocíamos de hace unos años, pero nos apeteció repetirlo para que el resto del grupo lo visitara.
La subida la haremos por Semeldón, un lugar con historia maderera, y el Valle de Piedrafita. El descenso, no menos interesante, se hará por Viores y el Pasadoriu.

Datos Técnicos de la Ruta:

  • Inicio:  Ambingue, Ponga. Para llegar a este lugar desde Oviedo, puedes consultar el siguiente itinerario.
  • Aparcamiento: Hay un pequeño aparcamiento en el interior del pueblo.
  • Fecha de realización: Marzo 2019
  • Tipo de ruta: Circular
  • Tiempo total:  Aproximadamente 7 horas y 15 min. (se incluye el tiempo de las paradas)
  • Distancia recorrida: Aproximadamente 14 Kms
  • Altura máxima: 1.264 m. (Pico Cunio)
  • Altura mínima: 305 m. (Río Semeldón)
  • Desnivel acumulado: Unos 1.000 m. aproximadamente.
  • Pendiente media: Sobre un 14%
  • Recorrido seguido: Ambingue - Puente del Pozón - Semeldón - Valle de Piedrafita - Collado Piedrafita - Pico Cunio - Viores - El Pasadoriu - Ambingue
  • A tener en cuenta: Recorrido sin señalizar. La zona del río Semeldón tiene tramos con riesgo de caída lateral vertical sobre el río. La subida por el Valle de Piedrafita en su zona baja y media, tiene senderos pocos evidentes y con abundante matorral. El descenso a Viores, nuevamente tiene zonas de matorral y senderos poco evidentes.
  • Otras rutas por la zona: Rutas por el Concejo de Ponga
  • Track de la ruta:  

Datos M.I.D.E. de la Ruta: 

4433

Fotos de la Ruta:

Hacía siete años que habíamos estado en el Pico Cunio. La ruta será la misma que la que hoy os mostramos, pero en sentido contrario. ¿Sensaciones? Pues claramente que cada vez el monte está más cerrado, y que una riada se llevó por delante gran parte del precioso acceso a Semeldón. Por otro lado, a nosotros nos parece mejor opción hacer el recorrido en sentido inverso a como hoy os lo presentamos, es decir, igual que lo hicimos la primera vez, subiendo por Viores y bajando por Piedrafita. El motivo es que creemos que los senderos son algo más evidentes en ese sentido.
Pues nuevamente nos plantamos en Ambingue, otro pequeño pueblo con un cierto encanto de nuestra tierra. Junto a la antigua escuela rural, sale a la izquierda el camino que desciende hacia Semeldón. Este primer tramo está señalizado como la PR-AS 212 y por él iremos hasta el Puente del Pozón. El descenso hasta el río es evidente y cómodo.



Conviene pararse y dar una mirada hacia atrás para disfrutar de la guapa imagen que nos quedará de Ambingue.


Llegaremos a un sendero que de repente nos sorprende por parecer estar tallado. Y efectivamente es así, ya que en su día, era el lugar por el que discurría un tren que llevaba la madera sacada del Monte la Llambria hasta Sellaño. Curioso, lo que hoy parecería una obra industrial de locura, a principios del siglo XX no dudaron en ponerse a ello.


Llegamos al cauce del Río Semeldón. Nosotros lo encontramos totalmente cambiado respecto a nuestra última visita. Las fuertes lluvias que hubo en el 2018 provocaron una fuerte riada que se llevó por delante mucho material alrededor del río.




Estamos en el Puente del Pozón, por donde se supone que la PR-AS 212 cruzaría y subiría al Collado Semeldón. Nosotros, cuando hicimos la ruta, la otra parte del puente estaba tapiada de escombro, por lo que supongo que subir a día de hoy, salvo que lo limpiaran, resultará complejo. En nuestro caso, hoy no cruzamos el río, ya que nuestro trayecto sigue por este margen del río.

El recorrido por el río no deja de tener su riesgo. El sendero va en ocasiones literalmente colgado sobre el arroyo. Esto nos obliga a extremar cada paso, ya que a lo resbaladizo del terreno por la humedad, se suma una posible caída hacia las frías aguas del Río Semeldón.
En algún tramo, el terreno próximo al río se complica tanto, que el sendero abandona temporalmente su proximidad al cauce, subiendo unos metros ladera arriba, como es el caso de la siguiente imagen, para volver a bajar al poco. Esta zona estaba marcada con pintura azul.


El terreno se vuelve a encajonar y nos obliga a pasar por zonas de nuevo en las que hay que poner mucho tiento a cada paso.


La siguiente imagen, mirando hacia atrás, muestra la última parte compleja, y para nosotros la peor de todo este tramo junto al río. Como se puede ver, el sendero no deja de ser una especie de llambria muy empinada con caída directa al río.


Logramos llegar a Semeldón. En las proximidades de este lugar, era donde a principios del siglo XX, había instalado una "estación" de tren donde se cargaba las hayas y robles del Bosque la Llambria, para su traslado hacia la costa de Ribadesella. Suena a increíble viendo lo abrupto de la zona, pero así se relata la historia.

La salida de Semeldón parecería evidente pero no lo es tanto. Lo es en que el valle tiene una orientación que ofrece pocas dudas, pero no lo es tanto en encontrar lo más parecido a un camino limpio que nos lleve relativamente cómodos.

Vamos buscando algún jito que nos va sacando a veces mejor, y otras no tanto. Arriba vemos el Collado Piedrafita, aún lejano.


En la zona baja del valle vamos dejando unos cuantos metros a la izquierda el Arroyo Piedrafita, pero poco a poco nos vamos acercando a él nuevamente. Iremos llegando a un sendero más evidente que nos lleva a cruzar el río varias veces. En épocas de deshielo, habría que tener en cuenta el caudal de agua que podría bajar.



Llegamos a lo que queda de la Majada los Tornos, que nos enfocará a la subida final al Collado Piedrafita, zona ya más abierta.


Sin mucho más que el esfuerzo considerable que nos llevó subir este precioso y duro valle, accederemos junto a los restos de la Majada Piedrafita, tan sólo unos metros por debajo de la collada del mismo nombre.

La Collada Piedrafita es un lugar realmente guapo, y de tranquilidad pasmosa.


En la Collada Piedrafita, cambiamos nuestro rumbo hacia la derecha, atravesando la ladera del Porrón de los Lagos, para encumbrarnos en la zona alta de la Sierra, salpicada de unos enormes bloques de piedra.


Llegamos a pies del Pico Cunio. Sólo nos falta la última rampa para llegar a su cima, nada comparado con todo lo que llevamos subido.

Pico Cunio - 1.264 m.
Hacia el oriente, a parte de los nevados Picos de Europa, vemos los cercanos Pierzu, Recuencu y Collau Zorru
Hacia el Sur, desde la Peña Ten, un poco del Tiatordos, y sobretodo la Llambria y los Tornos de Pandemule
Hacia el Occidente, destaca la sombreada silueta del vecino Vízcares
Ya hacia el Norte, la Sierra del Sueve se dibuja solitaria entre nosotros y el Cantábrico
360º en el Pico Cunio
Vamos de tiempo algo justos, y aún queda que andar. Salimos del Cunio bajando a la cercana Majada Fonticielles, unos metros por debajo del Collau Espinu, al que nosotros no llegamos a asomar. Este primer tramo se hace por un sendero ganadero, que va entre algo de roca.


Seguimos bajando valle abajo, en busca de Viores, donde hay una cabaña. Esta parte la notamos también con más maleza. Continúa un terreno de roca y matorral bajo, que se llega a hacer incómodo, sobretodo después de varias horas caminando.

En Viores, el sendero incluso gana de nuevo algunos metros siguiendo la ladera de la sierra, para llegar a el Pasadoriu. En sus proximidades, nace una pista que pierde muchos metros rápidamente, bajándonos a Ambingue.



Y por fín, estamos de nuevo en Ambingue, con el sol en sus últimos minutos del día. Aquí ponemos fin a una nueva Ruta por el Concejo de Ponga, preciosa y exigente como suele ser habitual por estas tierras.