Ruta de Isabel la Católica por Castilla y León y Extremadura

Por Yorga @javieramosantos

Recorrer los principales enclaves que guardan una estrecha relación con la magna Isabel de Castilla es una buena manera de conocer mejor la trayectoria vital de la reina católica. El viajero pude optar por dos itinerarios de nuestra geografía donde transcurrieron las mayores andanzas de Isabel: Castilla y León y Extremadura entre castillos, palacios, monasterios y excepcionales parajes naturales. Un apasionante itinerario con historia que transporta al viajero a plena Edad Moderna.

La ruta de Isabel la Católica arranca, de manera obligada y precisa, en la población que la vio nacer, en 1451: Madrigal de las Altas Torres (Ávila) El palacio en el que llegó al mundo, levantado por su padre, Juan II, es hoy el convento de Nuestra Señora de Gracia, de obligada visita. Además de la estancia en la que nació, se puede visitar la sala de Cortes, el claustro o el refectorio. Isabel fue bautizada en la iglesia de San Nicolás de Bari, que cuenta con la torre más alta de la provincia.

La siguiente parada es Arévalo, adonde Isabel llegó tras la muerte de su padre, junto con su madre, Isabel de Portugal. Destaca su relevante legado mudéjar, que exhiben la mayoría de templos, así como la puerta de Alcocer. Sobresalen las iglesias de San Martín y Santa María Mayor, ambas en la plaza de la Villa. En las afueras de Arévalo se alza un castillo del siglo XIV que sirvió de prisión de algunos distinguidos personajes.

Castillo de la Mota en Medina del Campo (Valladolid)

El itinerario continúa hacia el norte y, tras abandonar la provincia de Ávila y pisar la de Valladolid, sale al paso Olmedo, que también exhibe excelentes ejemplos mudéjares, estilo dominante en la meseta. Al oeste de la localidad se halla Medina del Campo, cuya fortaleza está considerada por muchos la mejor de toda España: el castillo de la Mota.

Otras construcciones dignas de mención son la colegiata de San Antolín (siglo XV); las casas consistoriales (siglo XVII), y el Palacio Real, del XIV y residencia de reyes, incluida la propia Isabel. En él hizo testamento y en él falleció, el 26 de noviembre de 1504. En la gigantesca Plaza Mayor de la localidad tenían lugar las ferias comerciales que durante los siglos XV y XVI dieron a la población fama mundial.

La última parada, pero no por ello menos importante, es Tordesillas, aunque antes merece la pena detenerse en Rueda, que da nombre a una denominación de origen vinícola. Fue en Tordesillas, a orillas del río Duero, donde los Reyes Católicos por parte de Castilla y Juan II en representación de Portugal, se repartieron el mundo conocido en 1494. Por eso se la conoce como la ciudad del tratado.

De vista ineludible son el Real Monasterio de Santa Clara, donde vivió encerrada Juana la Loca (hija de los Reyes Católicos) construido en el más puro estilo mudéjar. Así como la iglesia de San Antolín, transformada en museo, y las Casas del Tratado, dos palacios que sirvieron como sede de las negociaciones que culminaron con la firma del acuerdo.

Estatua de Isabel de Castilla./Seges

Isabel de Castilla también deparó por tierras extremeñas. Su ruta tiene aquí como protagonistas a siete enclaves con historia. Uno de ellos, quizá el más significativo, es Guadalupe, pequeño rincón cacereño cuyo excelso monasterio está considerado Patrimonio de la Humanidad. Precisamente, la reina católica visitó unas cuantas veces el templo (hay documentados 17 encuentros) Acudió por vez primera en 1483 durante las negociaciones que su hermano Enrique IV mantuvo con Alfonso V de Portugal para tratar su compromiso matrimonial. También lo hizo para encontrarse con Cristóbal Colón tras el descubrimiento de América.

La siguiente parada es Trujillo, cuyos lugareños dividieron su lealtad entre Isabel y los partidarios de su sobrina, Juana la Beltraneja (hija del difunto monarca Enrique IV) durante el transcurso de la Guerra de Sucesión castellana, conflicto que tuvo lugar de 1475 a 1479 por la sucesión de la corona de aquel reino. Trujillo es un pueblo que cuenta con un patrimonio de lujo, una no menos excelsa Plaza Mayor y también se vanagloria de ser la cuna de los conquistadores Fernando Pizarro y Francisco de Orellana.

También en la provincia de Cáceres, el municipio de Madrigalejo es otro de esos enclaves históricos telacionados con la vida de la monarca. Cerca de este pueblo la muerte sorprendió a su marido, Fernando de Aragón, cuando viajaba hacia Guadalupe. Es en este lugar donde se cruza el camino romano que unía Mérida y Toledo con el camino mozárabe que procedía de Córdoba.

Monasterio de Guadalupe./Celso Pinto de Carvalho

En la capital cacereña Isabel la Católica se vio obligada a residir más de un mes en el año 1477 para pacificarla después de los enfrentamientos entre familias nobles y el concejo. Dos años después regresó con su marido para la Jura de Fueros. En Plasencia, nueva parada en el camino del viajero, fue donde Isabel encontró una enconada resistencia a su poder. Los nobles de la villa decantaron su favor hacia la Beltraneja, quien contrajo matrimonio aquí con su tío Alfonso V de Portugal. En el Palacio de Argollas de Plasencia se estableció en 1475 la corte, desde donde se reclamó sin éxito la Corona de Castilla.

La ruta prosigue por una localidad de pasado romano de lustre, mostrado en su excelente puente, y sede de una orden militar que combatió en la Reconquista. En Alcántara, el rey Alfonso V desistió de la corona de Castilla en 1479 a favor de los Reyes Católicos. La tempestad por el trono llevó a la calma y la paz entre Castilla y Portugal en Valencia de Alcántara, escenario donde tuvo lugar la boda entre Isabel, hija de los Reyes Católicos, con el entonces rey del país luso, Manuel el Afortunado.

Dónde dormir: Hotel Posada Isabel I la Católica; C/ La Capilla, 29; 05220 Madrigal De Las Altas Torres (Ávila); teléfono: 920320915.

Dónde comer: Pedro Bar Restaurante; Calle San Juan, 9; Madrigalejo (Cáceres); teléfono: 927354572.

Ruta de Isabel la Catolica por algunos de los parajes de Castilla y León.