En realidad eso no es del todo cierto. Yo sí he subido a la Torre de Reixes. Lo hice durante un fantástico verano de mi infancia, allá por el 87, creo. Un verano en el que pasamos dos meses acampados en el barranco de Aguas junto a otras familias de amigos de mis padres.
Por aquel entonces se permitía la acampada libre en la zona y ya os podéis imaginar, diez o doce críos que cuando abrían los ojos por la mañana lo primero que veían era playa y montaña. Nos tomábamos el desayuno y nuestras madres no volvían a saber de nosotros hasta que era la hora de comer. Bueno, o de curar a alguien, que explorar siempre produce alguna herida de guerra. (Fele, Román, Patri, Marieta, Tonico... ¿Os acordáis?) Desde aquellos fantásticos días no había vuelto a subir.
Así que una tarde del pasado verano decidimos que el momento había llegado. Cogimos unas gorras, agua, calzado adecuado y mi bandolera y nos preparamos para afrontar nuestro reto.
Es una ruta de baja dificultad, en total entre ida y vuelta habrá unos 2,5Km. más o menos. Nosotros tardamos no llegó a hora y media entre subir, estar un rato haciéndonos fotos, explorando la zona y bajar. Y eso que íbamos con Marco (de 9 años) y Carla (de 4) que se paraba en cada flor que encontraba. Además yo llevaba a César en la bandolera lo que me hacía ir un poco más despacio también. Eso sí, él iba de agustito... Fue durmiendo todo el tiempo. Se despertó cuando volvimos al coche.
Yo creo que una buena edad para hacer la ruta es a partir de los 3 años más o menos. Antes va a ser complicado a no ser que lo llevéis en un portabebés.
No hay agua en todo el recorrido, así que no olvidéis cogerla. A pesar de que el trayecto es corto... cansa. Y cansa un poquito, bastante, porque la pendiente y el terreno no ayudan mucho.
Eso sí, está muy bien indicado casi todo. Hay señales (dos rayas pintadas en blanco y amarillo) cada pocos metros. Lo único que falla es la indicación al principio del sendero. Pero no os preocupéis. He encontrado un post en el que está muy, pero que muy bien indicado el recorrido. En este artículo lo explican muy bien y hay un plano donde indica el inicio de la ruta (Empieza junto a unos chalets de la urbanización del Pueblo Acantilado).
He de reconocer que al principio los peques estaban un poco reticentes a eso de caminar por caminar. Que si nos vamos a cansar mucho, que no nos va a gustar... Les propuse un juego: Ellos tenían que guiarme a mí. Irían delante buscando el camino. Y para el encontrar el camino correcto tenían que encontrar las señales que nos llevarían a la torre. Dos rayas, una encima de otra, de color blanco y amarillo indicaban el camino correcto. Si las señales estaban formando una cruz querían decir que por ahí no.
¡Vamos! ¡¡¡Éxito total!!! Al momento no paraban de gritar... ¡He encontrado una señal mamá! ¡Otra por aquí! ¡He visto otra! ¡La he visto yo primero! Se lo estaban pasando en grande. Y encima aprendían unas pequeñas nociones de como orientarse en el campo. En un pis pas nos encontramos la Torre ante nosotros. ¡Está ahí! ¡Está ahí! ¡Ya hemos llegado! ¡Mira que chulas las vistas! ¡Se ve El Campello!
La torre está muy deteriorada. Es una verdadera lástima pero su estado es bastante ruinoso. A ver si alguien se decide y la restauran. Total, que como no me inspiraba mucha confianza no dejé que los peques se acercaran mucho a ella. Nos hicimos las fotos a una distancia prudencial. Vamos, la suficiente para que si se desprendía alguna piedra no nos diese en la cabeza porque, sinceramente, es lo que pensé al ver la enoooooorme grieta que tiene.
"La Torre del Barranc d'Aigües fue construida en la segunda mitad del s.XVI como parte del entramado de torres vigías situadas a lo largo de toda la costa valenciana para prevenir los ataques de piratas berberiscos. Está situada en un paraje protegido de gran belleza paisajística, que fue línea fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón hasta 1.296, cuando el monarca Jaime II anexionó estos territorios definitivamente a la corona aragonesa y con ello, al Reino de Valencia. Aunque la parte superior de la torre está bastante deteriorada, conserva todavía el resto de su fisonomía que permite adivinar su estructura original. Fuente: elcampello.es"
Disfrutamos de un precioso atardecer y con un poquito de prisa emprendimos el camino de vuelta. No habíamos cogido linternas así que no quería que, bajo ningún concepto, se nos hiciese de noche por el camino. De camino a casa Carla se quedó frita. Y es que explorar cansa mucho... :)
¿Quieres ver más fotos? Te las he dejado aquí.
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