Aprovechamos la inauguración de la Ruta el pasado domingo para unirnos a las más de 200 personas que compartieron esta ruta que alcanza los 15 Km de sendas, válidas para caminar y también para BTT. El esfuerzo de los voluntarios y la gente del pueblo ha hecho posible esta ruta sea transitable.
Cortines era como se apodaba a las construcciones circulares típicas del noroeste peninsular, destinadas a evitar los ataques de los osos. Estas estructuras solían tener una altura de entre dos y cuatro metros y estaban rematadas con una albardilla de lajas de pizarra o de rama. Durante la senda se pueden ver varias de estas construcciones. La senda está señalizada, con diferentes direcciones que nos llevarán, a las antiguas minas de hierro, a visitar los diferentes cortines que encontraremos en el camino, o bien seguir hasta Ocero, e incluso a San Vicente.
La ruta arranca en el pueblo y tras pasar bosques de pino, poco a poco iremos adentrándonos en un bosque autóctono de robles, monte bajo o helechos en las zonas sombrías y húmedas, descenderemos, hasta tras algo más de 4 Km encontrarnos con las Minas de Hierro que entre 1957 y 1958 abrió una empresa de Bembibre llamada Mina Sorpresa, que exploró las posibilidades de la extracción de hierro con 7 trabajadores del pueblo y que nunca llegó a comercializar, a pesar de que si extrajo mineral de las diferentes bocaminas.
El mineral quedó apilado en un curioso montículo cubierto de hojarasca y en el que podemos tocar las pesadas piedras. La ruta (corta) regresa por el margen contrario del Río Rigo. La excursión es sencilla y en esta primera visita llevó tres horas, debido a la cantidad de gente que se unió y las explicaciones a lo largo del camino, aunque en un par de horas se puede hacer perfectamente