Cuando apetece irse al monte aún siendo un día lluvioso de invierno y no se para uno ante nada... no puede resultar otra cosa que una jornada divertida y sorprendente.
Cuando apetece irse al monte aún siendo un día lluvioso de invierno y no se para uno ante nada... no puede resultar otra cosa que una jornada divertida y sorprendente.