Mi destino, el interior. Hacia la Sierra de Filabres. Un fuerte viento retumbaba en mis oídos, dentro del casco. El ruido salvaje de las olas que prácticamente no me dejaban oír el motor.
Desde ahí curvas por la A1178 que ofrecían unas vistas espectaculares del Desierto de Tabernas. Esta serpenteante carretera, estrecha, sin marcar y con asfalto irregular se divide en un punto hacia la AL4406 que me llevó al pueblo de Olula de Castro.
Volví sobre mis pasos para retomar la A1178. Empezaba a anochecer y la temperatura, a pesar de estar en Almería, descendía hasta los 2º. Pensaba; “esto me pasa por no planificar dónde pasar la noche”. Y es que irse a la aventura tiene sus cosas buenas y no tan buenas
Un rápido paseo por sus calles, desiertas, sin el menor ruido ni rastro de habitantes. Así que después de una buena cena y su correspondiente cerveza, me fui a leer y recuperar energías para el día siguiente.
Dejé Bacares por la AL3102, las curvas de esta carretera son cerradas, estrechas, sin línea divisoria y la mayor parte del tiempo con un simple quitamiedos como única protección hacia un precipicio nada despreciable. Diversión a tope con la BMW GS!
Llegué a Tijola dirección Serón por la A334, y de ahí hasta la localidad de Baza. Un descanso rápido para estirar las piernas. El reconfortante café caliente para los moteros, cuando no puede ser la deseada cerveza.
Mi destino era la Sierra de Segura. Así que fui en busca de la A315, que enganché al dejar la N342 destino Zújar.
Las vistas desde algunos puntos de la A315 son realmente espectaculares, abarcas desde la Sierra de Segura al norte, hasta la Sierra de Baza al sur.
Donde la A315 se convierte en la A6206, empieza la diversión de las curvas. Volvía a la Sierra de Segura, una carretera estrecha, encorvada y sinuosa. Rodeada de naturaleza a ambos lados, monte mediterráneo y pinares, rocas y formaciones calizas. A medida que iba avanzando me iba asombrando cada vez más de la belleza de esta región de Jaén. En esta carretera se encuentran los desvíos al Santuario de Tiscar y la Cueva del Agua.
Finalizaba en Quesada, ya encarando dirección Madrid. De nuevo me despedía de una comarca de España que me gusta especialmente, la Sierra de Cazorla.
Me gusta viajar, me gusta la moto, me gusta perderme y no tener un rumbo fijo…