Hacía tiempo que quería escribir esta serie de entradas. El primer interrail que realicé fue muy especial para mí. Siempre había tenido ese espíritu aventurero y arriesgado pero nunca había conseguido un compañero para poder emprender esos viajes. Había hecho varios viajes con varias personas e incluso alguno en solitario, pero ese interrail forjó una amistad que todavía perdura hoy en día, y es que pasarse 24 horas juntos jurante 23 días hace que la gente o se mate o se una. Por suerte nosotros en nuestro caso fue lo primero.
La idea empezó como empiezan muchas ideas entre amigos, como una simple tontería, pero entonces, con el paso de los días, de las semanas y de los meses cada vez íbamos hablando más y más de ella y dándole una forma perfecta, hasta que llegó un momento en que nos miramos y dijimos, “Nos vamos de Interrail”. Pero si pensamos que ahí acabaría todo, estábamos muy equivocados.
Ruta del Interrail de 2010
Por suerte, luego de tomar la decisión venía la parte más divertida, planear la ruta, buscar los hostels, las cosas para hacer, tours,…. Pero buscar todo eso es algo que a mí se me da especialmente bien, así que no tuve problema en sentarme y diseñar una ruta.
Salimos desde Porto y llegamos a Frankfurt, y sin tiempo para disfrutar de la ciudad cogimos un tren a Munich con transbordo en Schalke. Luego de un par de días recorriendo Munich nos trasladamos a Austria, más concretamente a Vienna. De ahí nos fuimos para Bratislava, la capital de Eslovaquia para luego irnos a Cracovia y poder disfrutar del “cariño” que los alemanes tienen por los Alemanes mientras disfrutábamos viendo la semifinal del Mundial de Sudáfrica 2010. Luego vino Varsovia en una parada donde estábamos absolutamente rendidos y luego pudimos disfrutar de una de mis ciudades favoritas, Prague, la capital de la República Checa, donde disfrutamos del partido que hizo a la selección Española Campeona del Mundial de Sudáfrica 2010. Luego de Prague volvimos a sumergirnos en Alemania para pasear por Berlín para inmediatamente luego irnos a la capital de Holanda, Amsterdan, donde a los locales no les hacía demasiada gracia enterarse de que éramos Españoles. Luego de Amsterdam siguió Bruselas y otra de mis ciudades favoritas Brugge, justo antes de volver a coger el tren que nos devolvería a Frankfurt y de ahí en vuelo hasta Porto y luego un viajecito hasta la casa.
Fueron 23 días donde visitamos 11 ciudades, 6 países e innumerables experiencias que nos trajimos con nosotros, demasiadas como para ponerlas en un solo post, así que con este post, empieza el relato sobre el Interrail 2010.