Algo menos de un año después volvemos a Villanueva de la Torre a una marcha prima hermana de la I Villanueva MTB Race: La Cabra Tira Al Monte 2016.
En aquella ocasión fueron dos clubes de la zona los que se encargaron de organizar aquella bonita marcha: Villanueva Bike&Run y Amigos de Eduraro. En esta ocasión han sido sólo los segundos los que han hecho posible que setecientos ciclistas podamos disfrutar de un bonito día de MTB por la campiña de Guadalajara.
Rumbo a Villanueva de la Torre
En esta ocasión conseguimos formar un grupo algo más grande. A mis compañeros de marchas más habituales ( Eduardo, Jose Pablo y Jorge) se sumaron caras nuevas: Félix y David se estrenaban en el maravilloso mundo de las marchas ciclistas (una lesión de última hora impidió que Javier se uniese a ellos). A estos habría que sumar a unos cuantos viejos conocidos: Jaime ( Rascaencinas), Juanma ( Madrid-Segovia) y Julio (primera marcha que hago con él). Luis, un amigo de Julio, también se apuntó. Echamos de menos a Herme, que por un compromiso familiar tuvo que ausentarse.
La entrega de dorsales se realizaba de 7:30 a 9:00 en Villanueva, por lo que " la avanzadilla de Boadilla " (bautizados por JP) tuvimos que salir de casa a las 7:30 para hacernos la hora de viaje que nos separaba del pueblo de Villanueva.
Una vez allí hicimos la recogida de dorsales sin complicaciones y, después de que algunos aligerasen peso, nos colocamos en la salida. Una traca dio la salida la las 9:30 en punto. Teníamos por delante cuarenta y cinco kilómetros de disfrute.
Primera parte
Una primera bajada de 2,5 kilómetros nos saca de Villanueva de la Torre. Ponemos rumbo a Quer por un camino de tierra con bastante piedra suelta, que a las primeras de cambio empieza a ascender. No dejaría de hacerlo hasta el kilómetro diez, ya casi en Valdeaveruelo.
Los caminos hasta el momento son fácilmente ciclables, de no ser por la cantidad de tonterías que iban haciendo unos cuantos al jugarse el tipo con adelantamientos temerarios. Siempre me ha hecho mucha gracia ver a gente manejando auténticos pepinos de bicis y haciendo estas tonterías para después quedarse a las primeras de cambio en una cuesta: ¡hay que invertir un poco más en el motorcillo y en la técnica, señores!
Una bajada de poco más de un kilómetro nos oxigena las piernas para después dejarnos en la subida más sostenida de la prueba. No dejamos de ascender hasta el kilómetro 21, punto en el que estaba ubicado el avituallamiento. Largas rectas con inclinaciones accesibles hacían que la cabeza pidiese más, pero las piernas se iban cansando poco a poco.
Avituallamiento
Ubicado en el kilómetro 21, cerca de Usanos. Sólo decir que fue muy completo: todo el agua mineral y los refrescos sin gas en botellas y de la marca Solán de Cabras. Fruta preparada, chuches para los más golosos... Todo ello sin límite.
El punto negativo: los guarros que tiraban las botellas al suelo y los bikers que no miraban más allá de su ombligo y dejaban la bici tirada en medio del recorrido y/o en la entrada al avituallamiento. En fin...
Allí nos reagrupamos brevemente, pues corría mucho viento y un grupo decidió ir adelantándose (Julio, Jaime, Juanma, Jorge y Luis), mientras que Edu, JP y yo nos quedamos un rato con Félix y David. Poco después salimos los tres a la caza de los escapados.
Segunda parte
La segunda parte empezaba de la mejor manera posible: una larga bajada de casi seis kilómetros que nos puso a tono para afrontar lo que se nos venía encima: una subida espectacular de algo menos de tres kilómetros en la que me costó no echar pie a tierra. Jaime ya nos había puesto al corriente, pero aún así nos pilló por sorpresa a más de uno. Yo tuve suerte y conseguí subirla del tirón porque me dio tiempo a cambiar, pero mucha gente "se la comió" y tuvo que subirla andando.
Sin darnos cuenta ya estábamos por el kilómetro 31, entrando en la zona más bonita de la carrera (en mi opinión): bordeando el arroyo Valdelaencina. Aquí estaba la bajada más chula y peligrosa del recorrido, que conseguimos superar sin sustos.
Poco después estábamos de nuevo en Valdeaveruelo, cerrando el primer bucle y empezando a hacer lo propio con el segundo. Un pequeño repecho nos coloca cara a cara con la cuesta clave de la prueba: el reventón.
Cuando una cuesta tiene nombre propio es algo chungo. Y esta no era una excepción. Un muro de unos setecientos metros de largo que acabó con los ánimos de más de uno. Una vez superado ya sólo quedaba dejarse llevar hasta Villanueva de la Torre por un falso llano primero y una agradecida bajada después.
Resumen de La Cabra Tira Al Monte 2016
Para compensar las 2:31 que estuve en movimiento los amigos de Eduraro me regalaron un pedazo de bocata de chorizo acompañado de una Mixta. Bueno, en realidad lo hacían con todos, pero a mí me supo a gloria 😀 . También hubo un montón de sorteos de material donado por los patrocinadores.
En cuanto a la marcha, decir que la segunda parte me resultó mucho más divertida que la primera. Quizás haber apretado algo más después del avituallamiento puso ese punto de picante que eché de menos en la primera mitad.
Lo mejor de todo es que todos los compañeros acabamos sin complicaciones y sis sustos (que últimamente no gano para ellos). Todos demostraron un buen nivel. Creo que Félix y David la disfrutaron, así que espero volver a verles por estas lides pronto. Prometo cerrar antes el tema de la comida para no patinar 😀
Sólo me queda felicitar a la organización, que un año más estuvo de diez.
Ya sabéis que podéis ver el resto de fotos en su correspondiente álbum de Facebook.