Ruta por la provincia de Alicante: ¿Qué ver en Calpe?

Por Rutasporespana @RutasporEspana

Parecía que no iba a llegar nunca, pero ya entramos en marzo, y con ello llegan las esperadas vacaciones de Semana Santa. Si el tiempo acompaña y quieres disfrutar de las playa, te proponemos unas de las escapadas en Semana Santa más veraniegas que puede imaginar, Calpe.

Calpe se extiende a orillas del Mediterráneo rodeada por un paisaje de cumbres y viñedos, y dominada por la imponente imagen del Peñón de Ifach. En esta localidad de la Marina Alta además de ser un destino de sol y playa, también podremos disfrutar de actividades culturales y alguna que otra ruta de senderismo.

¿Cómo llegar a Calpe?

- En coche

Desde Alicante tomaríamos la N-322 o la AP-7. Si no disponemos de coche, podemos alquilar uno en cualquier capital española.

- En transporte público

En tren. Podemos llegar a Altea desde Alicante con el tranvía que va hasta Dénia.

En Autobús. La empresa ALSA lleva la ruta que nos lleva a Altea desde Madrid o Barcelona.

¿Qué ver en Calpe?

Calpe estuvo habitado por íberos, fenicios y romanos que encontraron aquí un enclave privilegiado, el Peñón de Ifach, un excepcional punto de vigilancia de la costa.

Cuenta la leyenda que, por el siglo XIII a.C., Hércules y sus argonautas bautizaron con el nombre de Calpe a una pequeña ciudad ubicada a orillas del Mediterráneo, custodiada por una gran roca calcárea de más de 300 metros de altura. Esta gran piedra nada tenía que envidiar al conocido peñón de Gibraltar, que en aquella época también se llamaba Calpe. La gran semejanza entre ambos fue, por tanto, la responsable de que los dos terminaran llamándose Calpe.

Otra segunda leyenda nos cuenta como el origen de la población era fenicio. Y que se debe a que un grupo de ellos decidieron abandonar Calpe del Sur (Gibraltar) y rodear la costa hasta toparse con esta gran roca, en la que se instalaron. A partir de ese momento decidieron llamarle con el sobrenombre de "Ifach", que significaba "del Norte" para diferenciarlo del Peñón de Gibraltar.

Más allá de las leyenda, lo que sí es real que en torno al peñón se desarrolló el actual núcleo de Calpe. El casco histórico de Calpe quedó delimitado por las antiguas murallas, levantadas en el siglo XV para defender la localidad frente a los ataques piratas.

Tanto la estación de autobuses como la de tren se encuentran a las afueras de la ciudad, pero disponemos de autobús que nos lleva hasta el Peñón.

Nos decidimos bajar en la parada de Baños de la Reina. En dirección a la playa encontramos las ruinas de una antigua torre junto al yacimiento romano de Los Baños de la Reina. La estructura es el resto de una antigua torre árabe de costa que fue reconvertida en un molino de viento, el Molí de Morelló.

Si nos acercamos al mar veremos unas grandes cubetas talladas en la roca cuyo imaginario popular puso el nombre de los "Baños de la Reina mora". Sin embargo, estamos ante un vivero para la cría de pescado de origen romano. Aunque también pudo ser meramente un jardín acuático de peces perteneciente a alguna de las casas de la villa romana.

Siguiendo el paseo marítimo, llegamos hasta el Club Náutico, situado a los pies del Peñón de Ifach. El origen de esta roca, visible desde cualquier punto de la ciudad, se debe a un desprendimiento de las sierras que envuelven la localidad. Aunque no tuvimos tiempo merece la pena realizar la ruta de senderismo que asciendo hasta lo alto del peñón, no hace falta decir las vistas espectaculares que tendríamos desde allí.

Dando la vuelta por el otro lado de la costa encontramos las salinas. Un humedal en medio del municipio poblada de cigüeñas, flamencos, gaviotas o garzas. A lo largo de la historia este lago salado ha sido utilizado por los vecinos para la extracción de la sal con la que conserva el pescado que llegaba al puerto.

Dejamos la zona de costa y nos adentramos con la tranquilidad del casco histórico. Para ello atravesamos las murallas de la villa (siglo XV). Junto a ellas todavía se conserva el torreón de la Peça, uno de los sistemas defensivos de la ciudadela que fueron descubiertos tras la demolición parcial de muralla en los años cincuenta. Hoy alberga el Museo del Coleccionismo, donde se exponen colecciones temporales tanto de ámbito público como privado.

Al otro lado del amuralla tenemos la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves (siglo XX), destaca sus vidrieras y su fachada de mosaico.

Muy cerca se encuentra la Sala de Exposiciones "Ajuntament Vell", situada en el lugar donde estuvo la puerta de acceso a la ciudadela (llamado "El Portalet"). Posteriormente se levantó el edificio actual que sirvió de Ayuntamiento, de dependencias judiciales, hasta de cárcel. Hoy alberca una galería de arte contemporáneo.

Si algo caracteriza el casco histórico es por los curiosos murales que exhiben sus casas, muchas decoradas con floridas macetas que les da un encanto especial. Atravesando el casco antiguo llegamos hasta la entrada de la Ermita de San Salvador (siglo XVIII). Toca subir unas cuantas escaleras pero eso significa que desde arriba tendremos unas buenas vistas de la ciudad.

Más información

Web Ayuntamiento: http://www.calpe.es

Dónde comer

Los más recomendables son:

  • La Viña de Calpe (Avenida Jaume I, 1): servicio es rápido y atento, la comida muy buena desde los entrantes hasta el postre.
  • La Casa (Calle del Mar, 23): con este nombre entramos en la "casa" cuyo cocinero y camareros son los propios dueños. Una carta sencilla pero de platos "exóticos" de las gastronomía centroeuropea (Suiza, Holanda y Alemania).
  • Puerto Blanco (Urbanización La Canuta Baja, 35B): un lugar con mucho encanto para una cena especial.