Ruta por la provincia de Cáceres: ¿Qué ver en Trujillo?

Por Rutasporespana @RutasporEspana

Hoy visitamos Trujillo, localidad situada a unos 50 km al este de Cáceres, situada entre las vegas de los ríos Tajo y Guadiana, alberga un importante conjunto de iglesias, castillos y casonas solariegas que se estructuran en torno a su Plaza Mayor, cuyos conjunto es uno de las más importantes de Extremadura.

¿Cómo llegar a Trujillo?

- En coche

Desde Madrid, por la A-5 Autovía del Suroeste, tomar la salida 253 (Trujillo-Logrosán-Guadalupe) para incorporarse a la carretera EX-208 dirección Guadalupe, que nos lleva hasta Trujillo. Si no disponemos de coche, podemos alquilar uno en cualquier capital española. En Rentalcars podemos comparar los precios entre las diferentes empresas de alquiler de coche y alquilar el más económico para el viaje.

- En transporte público

La empresa AvanzaBus dispone de autobuses que conectan Madrid, Badajoz y Mérida.

¿Qué ver en Trujillo?

Los orígenes de Trujillo hay que buscarlos en el primitivo asentamiento denominado Turgalium. Tras ser ocupada por romanos y visigodos, Trujillo permaneció durante más de 500 años bajo dominio árabe, época de mayor desarrollo urbanístico. Éste pasaría después a manos cristianas tras ser conquistado por el rey Fernando III. En el siglo XVI, Trujillo experimentaría una época de gran esplendor, motivada por su importante papel en el descubrimiento de América. Así, la ciudad fue cuna de dos grandes conquistadores: Francisco de Pizarro, descubridor del Perú, y Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas. Y también de grandes personajes ilustres como Fray Jerónimo de Loaísa (primer Obispo de Cartagena de Indias) y Nuflo de Chaves (descubridor de Bolivia). La ciudad actual conserva su pasado histórico dividido en dos zonas: la villa medieval (de origen árabe) y la ciudad (de los siglos XV-XVI).

Empezamos la visitar desde su Plaza Mayor (siglo XV), con una cantidad de edificios históricos abrumadora que rodean el recinto. Dentro de la Plaza Mayor, estuvo situado la Picota o rollo gótico (de finales del siglo XV, la más grande de Extremadura, decorada con el escudo de los Reyes Católicos), hoy situada en la zona del ensanche. En su lugar encontramos la estatua ecuestre de Pizarro, realizada en bronce por el escultor Charles Rumsey (1929). En el ángulo noroeste se sitúa la Iglesia de San Martín de Tours (siglos XIV y XVI), de un sobrio estilo gótico y renacentista, coronado por dos torres, una con un reloj.

Junto a la iglesia, encontramos el Palacio de los Duques de San Carlos (siglo XVI), con una magnífica portada plateresca coronado por el escudo familiar, un balcón esquinero y rematado con un conjunto de chimeneas mudéjares.

Continuando con el recorrido de 360º por la plaza Mayor, en el sureste se sitúa el Palacio del marqués de Piedras Albas (siglo XVI), con su fachada porticada y decorada con arcos de influencia florentina. En el otro ángulo está el Palacio del marqués de la Conquista (siglo XVI), construido como residencia de Hernando Pizarro destaca su bello balcón esquinero con los bustos de la familia Pizarro y el escudo de armas del conquistador de Perú. Muy cerca, se encuentra el Ayuntamiento Viejo, gótico del siglo XV, y el Palacio de los Chaves Cárdenas, de estilo neoclásico (siglo XVIII).

En el lado norte de la Plaza Mayor está la Casa de la Cadena (siglo XV), cuyo nombre se debe al símbolo del privilegio de asilo real, concedido por Felipe II, que luce en su fachada, aunque actualmente es un restaurante. Tras ella se encuentran el Palacio de los Chaves Sotomayor (siglo XVI) y la neoclásica Iglesia de la Sangre (siglo XVII), mientras que, en la colindante calle de Ballesteros, se halla el renacentista Palacio de Santa Marta. Entre la plaza y la puerta de San Andrés está el Palacio de los Orellana-Pizarro, con su galería porticada y su patio plateresco.

De estilo más moderno encontramos el Ayuntamiento Nuevo, instalado en la antigua alhóndiga, frente al Palacio de los Pizarro Aragón. Asimismo, el Palacio de los marqueses de Sofraga, en la plazuela de San Miguel, con otro balcón esquinado.

Después de recorrer cada uno de los edificios de la plaza Mayor, y haber hecho una parada en alguna de sus terrazas para disfrutar de la gastronomía extremeña. Continuamos en dirección al Castillo, en lo que era el antiguo recinto intramuros, donde se encontraba el núcleo original de la ciudad.

Esta zona se desarrolla en torno al castillo y está circundada por los restos de la muralla musulmana. Se accede a ella desde la Plaza Mayor a través de la Puerta de Santiago, flanqueada por el Palacio de Luis de Chaves el Viejo y por la Iglesia románica de Santiago (siglo XII). Bordeando la muralla accedemos hasta el Castillo, edificio construido por los musulmanes sobre el cerro o Cabezo del Zorro hacia mediados del siglo IX. Son visibles las ampliaciones del siglo XII y del XV, momento en el que se añade el segundo recinto fortificado o Albacara. En el interior se puede recorrer las murallas con unas vistas estupendas de la ciudad y la comarca, además del aljibe del castillo.

Nos dirigimos a la Plazuela de Santa María que constituyó el centro de la villa intramuros. Allí está la casa natal del conquistador del Perú, que actualmente acoge el Museo Francisco Pizarro (siglo XV), que nos permite conocer mejor la figura de Pizarro y las luces y sombras de la conquista de Perú; también el Convento de las Jerónimas (siglo XV), en el que se ha instalado el Museo del Traje; por último, la Iglesia de Santa María la Mayor (siglo XV) de estilo gótico, en cuyo interior se encuentra los panteones de los más grandes linajes de la ciudad. Antes de irte mira en uno de los capiteles de su campanario, donde verás el escudo del Athletic de Bilbao, un particular homenaje a su club del cantero Antonio Serván, que trabajó en la última reconstrucción de la torre en el siglo XX.

Junto a la muralla de poniente, encontramos el Convento de San Francisco el Real, conocido popularmente como el Convento de la Coria, por encontrarse junto a la puerta homónima. Hoy sobre sus ruinas se encuentra el Museo de la Coria.

Seguimos por la calle de las Palomas, que enlaza Santa María la Mayor con la Puerta de San Andrés. En esta calle se encuentra la Casa de Francisco de Orellana (siglo XV), la de los Chaves-Calderón (con el balcón esquinero) y la de los Rol-Zárate y Zúñiga (siglo XV). Al final de la calle tenemos el Alcazarejo de los Altamirano (siglo XIII), y, como defensa de la puerta de San Andrés, la Casa fuerte de los Escobar (siglo XV).

Tras la Iglesia de San Andrés (siglo XVI), se sitúa la Alberca musulmana, que sirvió como baño público hasta 1935, con 11 metros de profundidad. Otras edificaciones próximas son el Hospital de la Concepción y el Alcazarejo de los Bejarano, bastión defensivo de la contigua Puerta de Fernán Ruiz.

Más información

Web de Ayuntamiento: http://www.trujillo.es

Dónde comer

Los más recomendables:

  • La Troya (Plaza Mayor, 10): restaurante de comida extremeña con platos abundantes y sin pretensiones, ideal para los que tengan buen "saque".
  • Bizcocho (Plaza Mayor, 11): algo más elaborado que el anterior, por también algo más caro.
  • El Medievo (Plaza Mayor, 28): platos sencillos pero muy bien elaborados y a un precio razonable. Lo mejor es comer en su terraza para sobrellevar los calores del verano.

Dónde dormir

Una ciudad con tanta histórica y donde cada rincón te hace retroceder en el tiempo bien merece pasar unos días, aquí pueden encontrar tu alojamiento ideal para descubrir Trujillo.