La Sierra de Cazorla, Segura y las Villas es increíble, adentrarte por sus montañas es sumergirte en plena naturaleza, de hecho se trata de un Parque Natural. Nosotros llegamos cuando ya había pasado la berrea, pero dicen que en esta sierra de Andalucía es uno de los lugares perfectos para poderla disfrutar. Apetece ir tranquilo para perder la vista entre los árboles, donde no costará encontrar algún ciervo o zorrito en las inmediaciones, que en nuestro caso tuvo a bien hasta posar…
Hoy queremos destacar un itinerario dentro de éste lugar que sabemos que si lo hacéis os encantará. Se trata de la Ruta del río Borosa. Sobre esta Ruta existen varias alternativas:
- Ruta larga (no circular) Río Borosa - Cerrada de Elías - Nacimiento Rio Borosa- Laguna Valdeazores y vuelta: 22 km en total ida y vuelta, con desnivel. Esta ruta comienza en el mismo lugar que dónde empezamos nosotros y transcurre paralela al río Borosa. Tras pasar la Cerrada de Elías se continúa el sendero hasta llegar a una central hidroeléctrica. Desde ahí comienza la pendiente. Por lo visto hay unos carteles indicativos y te vas encontrando saltos de agua, uno de los más conocidos el Salto de los Órganos. Luego se puede ir en busca de la Laguna de Valdeazores y el Nacimiento del Río Borosa.
- Ruta corta (no circular) Río Borosa – Cerrada Elías y vuelta: 8,5 km ida y vuelta. En esta ocasión esta fue la elegida por nosotros. Apostamos por ella porque solo íbamos a estar un fin de semana, queríamos ver y disfrutar de diferentes cosas y nos apetecía hacerlo con calma. Esta ruta es la que os vamos a contar a continuación y transcurre por el mismo sendero que la anterior, lo único que la terminamos nada más pasar la Cerrada de Elías para volver al punto de partida.
Entre estas dos rutas están todas las que se os puedan ocurrir, siempre hay que volver sobre tus propios pasos, así que la ruta se puede finalizar en el punto que uno guste. Ésta que os proponemos es una especie de paseo, apto para casi todos los públicos y no requiere ninguna forma física previa. Se puede hacer con niños, pero no recomendamos que llevéis carros. Vimos a algunos que lo llevaban, pero hay tramos que por el tipo de terreno se hacía imposible el avanzar para ellos.
Para llegar a este paraje y comenzar el paseo debéis coger la carretera que atraviesa la sierra y que lleva al pantano de El tranco, en ella, más o menos hacia el kilómetro 15-17 encontraréis un cartel que os indicará “Torre del Vinagre”. La Torre del Vinagre es un Centro de Interpretación donde os podrán informar de todas las dudas que tengáis al respecto del entorno.
A la altura de la Torre del Vinagre hay un cartel que indica “Piscifactoría”, tenéis que seguir esas indicaciones. Esto os llevará a un parking. Deciros, a los que viajéis fuera de temporada o que seais muy madrugadores, que existe otro parking un poquito más cerca, pero que cuenta con muy pocas plazas, no creemos recordar más de 10. Para llegar a él, tenéis que pasar de largo el primero que os encontréis, más o menos unos 200 m. Está justo en la entrada, a los pies del sendero, pero solo para los privilegiados que sean los primero en llegar. Lo normal es que la mayoría se queden en el primer parking, pegado a la piscifactoría. Ahí nos tocó aparcar a nosotros, que no fuimos ni fuera de temporada ni temprano…
Una vez aparcados, se trata de seguir la pista asfaltada que os llevará directamente al segundo aparcamiento del que os hablábamos y al inicio del sendero. La ruta va a transcurrir por un terreno llano, sin apenas desnivel, una muy ligera pendiente ascendente. Desde el comienzo, el acompañante durante el camino va a ser el río Borosa, que en función de la temporada bajará más o menos caudaloso.
Como os comentábamos al principio, y para que os hagáis una idea, estas fotos están tomadas en otoño, a principios, cuando llevaba bastante tiempo sin llover.
Durante 3 km aproximadamente el camino va subiendo un poquito, es una vista bastante abierta en la que se puede observar toda la vegetación. Se llegará a un primer puente de piedra que tendréis que cruzar, llamado “Puente de los Caracolillos”. Pasado el mismo, el camino a tomar es a la izquierda, quedando vosotros a la derecha del río. La pista forestal sigue siendo amplia, hasta que se convierte en camino, entonces es cuando habéis llegado al Vado Rosales. En este punto, se abren las puertas de la Cerrada Elías…
El camino se va haciendo más sombrío y estrecho, los árboles con su follaje parecen formar túneles verdes. La atmósfera cada vez se tiñe más del color esmeralda, agua, hojas, sombras..
Una vez que se sale al otro lado de la Cerrada, se puede seguir el sendero que lleva a la Central Hidroeléctrica para tomar como destino, como explicábamos arriba, el nacimiento del río, pasando anteriormente por varios saltos de agua. O bien, dar media vuelta con dirección hacia la piscifactoría.
Esta ruta, es la más popular dentro del Parque Natural. Dejamos para otra ocasión el nacimiento del río y, en este caso, nos conformamos con llegar hasta la Cerrada de Elías y quedarnos maravillados por ese paisaje espectacular.
Realizamos la vuelta sobre nuestros propios pasos. No podemos dejar de parar muchísimas veces en las pasarelas del cañón, a pesar de haberlo hecho unos minutos antes, las diferentes perspectivas que se pueden obtener a un lado y otro, son tremendamente atractivas.
Camino del coche llevamos la cámara de fotos calentita y llena. Nos encontramos plenamente satisfechos con la experiencia y vamos preparándonos para la siguiente parada que haríamos ese día en el Parque Cinegético de Cazorla, entre otros lugares.
Pero eso lo dejamos para otra ocasión, de momento recordamos el sonido del agua del río, y esa estampa verde, ese color que parecía envolverlo todo…
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