Sin duda, Bélgica es el destino cervecero por excelencia. ¿Qué otro país ofrece más de 450 variedades de cerveza de tan distintos gustos y sabores?
Bélgica y la Cerveza
El principal reclamo de la industria cervecera belga es doble: las clásicas cervezas pils, elaboradas en cervecerías cada vez más sofisticadas y que tienen gran demanda, y una serie de cervezas más especiales, como las blancas, o las trapistas -elaboradas en monasterios. Actualmente, en Flandes existen tres monasterios que elaboran cerveza trapista: Hamont Achel , Westmalle y Westvleteren . Aunque las fábricas no se puedan visitar, varios de ellos ofrecen celdas a disposición de sus huéspedes para estancias de turismo religioso.
En Bruselas, donde algunas cervezas típicas son la Gueuze o la Kriek, tanto la Brasserie Cantillon (www.cantillon.be) como el Museo de la Cerveza (www.lesbrasseurs.eu), ofrecen una interesante panorámica y visitas en castellano. Una buena excusa para degustar buenas «pintjes» en la capital son La Mort Subite o Le Roy d’Espagne, en la Grand Place.
En Gante, hay que dirigirse a De Dulle Griet o a Waterhuis aan de bierkant para beber una buena Kwak (en la foto). Mientras que en Brujas, hay que degustar una deliciosa Brugse Zot en su lugar de fabricación, en pleno centro: De Halve Maan (ofrece visitas en castellano). La cerveza típica de Amberes es la De Koninck, también conocida como «bolleke» por la forma redondeada de la copa en la que se sirve y la mejor cervecería donde disfrutarla, la Brasserie de Koninck, cervecería donde se produce.
Malinas y Lovaina
En Malinas, te recomendamos la visita de Het Anker, una cervecería-museo y lugar perfecto donde degustar una deliciosa Gouden Carolus, la cerveza típica de la zona y que con su nombre hace honor a la figura.