¡Cuánto tiempo que no salía esta sección! Y no es que hayamos dejado de salir a caminar en familia: es que solemos hacerlo entre semana, y son rutas por donde vivo. Sin embargo, como "la cabra tira al monte", el pasado puente de Andalucía (28 de Febrero) nos escapamos a visitar varios pueblos de Granada y Málaga e hicimos una ruta nueva que hoy os quiero reseñar.
1. El camino de los ángeles.
Lo que la leyenda nos transmite es que un dos de Agosto de 1500 (festividad de Nuestra Señora de los Ángeles), un caballero malagueño galopaba por estos parajes cuando alguna alimaña salida de un arbusto asustó al caballo, que se encabritó y se lanzó por un precipicio. Tan grande fue la caída que al caballero le dio tiempo de encomendarse a la virgen, pidiéndole tiempo para solventar sus asuntos antes de morir. El milagro se hizo, ya que el caballo apareció destrozado por una caída de más de 80 metros y, sin embargo, el caballero recobró el conocimiento y tuvo tiempo antes de morir de hacer su testamento, confesar, comulgar y erigir la ermita que encontramos por el paseo. Curioso, sin duda.Si sois curiosos, como yo, seguro que os ha resultado llamativo el nombre de este camino. Pues resulta que tiene su origen en una leyenda sucedida en el siglo XVI. Ya sabéis que precisamente en esta época, esta localidad – al igual que el grosso de la provincia granadina – era aún territorio musulmán.
2. Alhama de Granada, qué ver.
Alhama es una localidad que se encuentra en la zona más occidental de la provincia, hasta el punto de que la comarca a la que pertenece, hace de límite con la provincia malagueña en su comarca de la Axarquía.
Curiosamente, nunca había estado en esta zona, así que de camino a Málaga el pasado puente decidimos solventarlo.
Hay dos aspectos que caracterizan a Alhama: su monumental orografía, gracias a los Tajos y sus aguas termales, que son célebres en la provincia por el balneario del mismo nombre. Un paraje, por cierto, precioso también para dar un pequeño paseo, tomar fotos o incluso bañarte - si te atreves, ¡están calentitas! - en sus aguas con propiedades más que interesantes.
3.Y de comer, ¿qué?
Como os he contado en el primer punto, al final de nuestro camino encontramos dos restaurantes, pero el dí que nosotros estuvimos por allí era festivo y era imposible tomar asiento sin esperar más de una hora. Por ese motivo, dimos la vuelta y nos acercamos a la plaza central del pueblo, adonde hay varios bares con terraza donde se come también de raciones de una forma familiar y tranquila.Nosotros buscamos siempre terraza para disfrutar de la compañía de este bichito de amor ♥