Rutas en familia: De Huetor Santillán, a Granada...andando

Por Gadirroja
Bien entrado el otoño retomamos nuestra saludable costumbre de salir a caminar en familia.¡Y lo hicimos por la puerta grande...viviendo toda una aventura! Al final fueron más de 15 kilómetros de caminata y la verdad es que mis hijas me dejaron sorprendida y muy orgullosa de su capacidad de superación.
Os cuento el camino que hicimos y os enseño fotos de esta nueva ruta en familia  ¡Vamos al lío!
1. La salida y el itinerario: de Granada  a Huétor Santillán.
La idea de la ruta fue de Manolo, que para estas cosas es bastante más lanzado que yo. Yo siempre estoy con mis miedos "¿y si las niñas se cansan?" "¿Y si el camino no está practicable?" "¿Y si...?". Pero él siempre le quita importancia y me tranquiliza. En este sentido somos muy complementarios...¡y menos mal! Comenzamos la mañana caminando más de un kilómetro desde nuestra vivienda a la parada de autobús para tomar un bus que conecta Granada con la localidad de Beas. Su tercera parada es en Huétor Santillán, adonde llega en unos 25-30 minutos. 

Frescas y lozanas, según comenzó el camino XD

Huétor S. (en la provincia de Granada hay dos Huétor más) está a 17 Km. por carretera y es una pequeña localidad de menos de 2.000 habitantes en la Sierra de la Alfaguara. De ella os he hablado ya en otras rutas en familia en este post y este otro (es muy grande), aunque esta ocasión habríamos de coger una ruta muy diferente: justo por abajo, siguiendo la rambla del río Darro, que llega hasta Granada. Como curiosidad, os cuento que el nombre del río viene de un vocablo morismo "hadarro" y su evolución cristiana "dauro" (el que da oro). Es un afluente del Genil - que a su vez, lo es del Guadalquivir - y nace en Huétor, llegando a la capital: esa sería nuestra senda. Nada más llegar al pueblo preguntamos cómo bajar al río...y allí que nos fuimos.
2. El camino.
El camino tiene tramos muy diferentes: hay momentos en los que transcurre a pleno sol, en campo abierto - aunque siempre se percibe la senda - y otras veces, se estrecha muchísimo y pilla en plena umbría: en estos tramos la humedad es terrible, había rocío aún a la una de la tarde, pero es un paisaje que por olores, vegetación, cantos de los pájaros, el murmullo del agua... y otras sensaciones, tiene también su encanto.

A mitad - aproximadamente - del recorrido, subimos un poco y dejamos a un lado el antiguo monasterio de Jesús del Valle, que está abandonado.

En aquel momento no sospechábamos que la última parte de nuestra ruta se caracterizaría porque...¡¡tuvimos que cruzar por tres veces el río!! Igual hay una manera de evitarlo, pero a aquellas alturas y ya que habíamos ido "de aventura" decidimos liarnos la manta a la cabeza y, en lugar de dar marcha atrás, vadear el río con las zapatillas en la mano...¡¡el agua estaba heladita!!...pero fue divertidísimo hacerlo juntos mientras nos lanzábamos pullas...
 
...y la sensación de las hojas secas bajo los pies descalzos, no tiene precio.
Cruza que te cruza, llegamos al Sacromonte, ya en la capital granadina. Desde allí caminamos hasta el Paseo de los tristes, donde almorzamos en una terraza acompañados por las preciosas vistas de la Alhambra. Y como estábamos de subidón y "envalentonaos", caminamos hasta una cafetería y de allí, a la casa...en lugar de tomar un autobús de línea. Lo dicho, más de 15 kilómetros. De aquí, al camino ;)
¿Os ha gustado esta ruta? Pronto, os contaré alguna más. ¡¡BESOS!!