Rutas Puerto del Saucillo - Puerto Bellina y Puerto del Caucón - Tajo de la Caína. La Sierra de las Nieves hace honor a su nombre...30/01/11

Por Nosgustaelcampito
Tras varios días de posibilidad de nieve en las sierras andaluzas, nos decidimos a visitar una zona desconocida por nosotros de la malagueña Sierra de las Nieves. Esperábamos encontrar algo de nieve y disfrutar del verde, a veces oscuro, a veces blanquecino, de los expectaculares Pinsapos Abies pinsapo.
El inicio del carril de acceso la ruta se encuentra en la carretera de Ronda - Yunquera; en una rotonda muy cercana a este último pueblo hay un cartel indicativo.La más que probable presencia de nieve en cotas altas hizo que aquel carril pareciera una romería. Esta presencia masiva de coches casi nos hizo desistir de hacer la ruta y buscar algo más de tranquilidad.
Al final seguimos adelante. Había muchísima gente en el Mirador del Puerto del Saucillo (1207 m.) pero, por suerte, bastante menos en el sendero.
El inicio de la ruta se interna en un bosque mixto de Pino carrasco Pinus halepensis, Pino resinero Pinus pinaster y algunos Pinsapos Abies pinsapo aislados. Comienza con una pequeña bajada y a continuación una suave subida durante, al menos, 700 metros. A partir de aquí el terreno va arriba y abajo pero siempre con una baja dificultad y al alcance de todos.Al poco de comenzar ya empezamos a observar algunas zonas donde la nieve aún persiste. Las temperaturas bajo cero de esta pasada noche han convertido esta nieve en hielo.
En las copas de los pinos son abundantes los páridos, destacando el Carbonero garrapinos Parus ater y el Herrerillo capuchino Parus cristatus.
Tras 1´8 km. llegamos a un cruce de caminos. Aquí debemos optar por seguir el sendero Puerto Bellina - Puerto Saucillo si queremos completar esta ruta (2´4 km. para completar los 4´2). Nosotros decidimos tomar el camino hacia el Peñón de los Enamorados (1775 m.) y la cumbre del Torrecilla (1919 m.). No completaríamos esta ruta en el día de hoy pero si ganaríamos altura para poder disfrutar de la nieve, tan escasa por el sur de Andalucía.
Nada más optar por esta senda la nieve empieza a ganar terreno a la tierra y el paisaje se vuelve más bonito si cabe. A cada paso por este pinsapar, cada vez más denso, nos encontramos con paisajes dignos de una postal.
Al ir ganando altura, el bosque va clareando, dejando paso a la vegetación rupícola adaptada a estas duras condiciones climáticas. Aquí observamos los primeros Acentores alpinos Prunella collaris. Éstos y algunos Bisbitas Anthus sp. son los únicos valientes que se atreven a buscar alimento en la alta montaña, cubierta por un manto de nieve uniforme que llega en algunas zonas a los 40 cm.
Llegamos a una altitud de 1630 m. En esta zona había que extremar las precauciones, pues un resbalón en alguna de estas laderas heladas podía acarrear algún disgusto serio.
La temperatura rondaba los 0ºC aunque, al no soplar viento y tener el sol sobre nuestras cabezas, la ruta se hacía muy agradable.
Sobre las 14:30h. decidimos comenzar el descenso. En algunos tramos se hacía complicado el descenso por las placas de hielo.
Completamos la ruta circular, volviendo ahora por una mancha pura de Pinsapos, aún más densa que la anterior y con ejemplares de varios centenares de años.
Siguiendo el descenso llegamos hasta el Pozo de Nieve de Yunquera, donde antiguamente se almacenaba durante todo el año el hielo "cosechado" en el invierno.
Al llegar a los coches nos dirigimos al Mirador del Caucón (1130 m.) donde comimos los bocadillos y un poco de vino dulce de la tierra.Tras la comida, comenzamos la ruta del Mirador del Caucón - Tajo de la Caína. Esta ruta también es circular, de poco más de 4 km., pero de una dificultad superior a la anterior (media, en este caso).
Comienza con una bajada y se adentra muy pronto en un valle precioso,con un increíble Pinsapar maduro de bastante extensión. Este bosque nada tiene que envidiar al de otras zonas más conocidas, como la zona del Cortijo de Quejigales, en esta misma sierra, o la Sierra de Grazalema.
Julio, Chema y yo decidimos buscar un buen sitio de observación pajarera y Paco y Jorge siguieron adelante y completaron la ruta.
No tuvimos mucha suerte con los túrdidos invernantes. El cielo se iba cubriendo de nubes y...comenzó a nevar!!! Unos finos copos caían sobre nosotros, mientras comentábamos que era la guinda de un día para recordar.
Recibimos la llamada de Paco y Jorge. Habían completado la ruta en un tiempo récord (apenas hora y media), así que regresamos al mirador. Allí la nevada se hizo algo más fuerte y disfrutamos como niños haciendo fotos y vídeos...