Recorrió-junto a su padre y una amiga en un Ford alquilado- casi toda la geografía gallega, desde Muros, Noia, Finisterre, Ourense, Monforte, Corcubión... retratando con un increíble talento plástico- pese a sus ciertas limitaciones técnicas y ambientales- esa Galicia de redeiras,de ferias de domingo, de niños descalzos, de mujeres fatigadas y ajadas con enormes fardos en la cabeza recorriendo interminables kilómetros entre pueblo y pueblo con sus sacos de harina a cuestas.
El itinerario de Ruth Matilda la lleva hasta A Costa da Morte, y queda prendada de sus parajes abruptos y fisonomía imposible, como desencajados del resto del mundo conocido.
«Fuera de las prisas, fuera de la oscuridad, cantando una canción aprendida a la tormenta, susurrando trémulas historias del día en que las montañas se desgajaron, para abrir el camino a los brillantes pies blancos de la Virgen vestida de blanco. Ézaro, Ézaro, voz de la noche»( Huntington)
Una labor etnográfica- con su cámara fotográfica como observadora también participante de la realidad circundante- imprescindible para comprender un poco mejor todo el ámbito sociocultural y las duras condiciones de trabajo y vida de la mayor parte de la población- antes de la llegada de la 2º República y sus Instituciones de Libre Enseñanza existían más de seis millones de analfabetos y un millón de niños sin escolarizar en nuestro país-.
Pese a que Matilda tenía la idea de Galicia como una "pequeña tierra mágica", no pareció demasiado impresionada por el fatigoso trabajo a que las palilleiras de Camariñas se dedicaban:«Expresé mi admiración con los adjetivos más expresivos que conocía, esperando, sin embargo, poder ocultar mi depresión al ver tanto trabajo desperdiciado en un diseño con tan poco encanto».
Merece la pena visitar la exposición de la Fundación Caixa Galicia para hacerse una idea de aquella Galicia en blanco y negro, llena de niños descalzos, y de la aventura que Ruth emprendió por los caminos, fondas y carreteras de la época, brindándonos así la posibilidad de iniciar con ella este maravilloso viaje a nuestro pasado más reciente, aunque ya muy lejano.
Saludos de Jim.