Rutina facial: limpieza... ¿en seco?

Por Brillo
Si hay un ritual de belleza indiscutible es la limpieza facial. Poco tengo que añadir de su importancia, de la que comencé a tomar consciencia a muy tierna edad, cuando mi padre me decía por las mañanas que no valía lo de limpiarse como los gatos: agua y jabón. El problema es que para las pieles sensibles es complicado encontrar productos que sean eficientes y a la vez respetuosos con la piel. Y ya no os hablo cuando introducimos variantes más técnicas que remiten a mi antigua rutina felina. Bienvenidos a la limpieza en seco.

Secretos de belleza a mí...


Beautymouth es el magnífico blog de Caroline Hirons, experta en tratamiento facial que muchas seguro que ya conocías, o habéis descubierto recientemente por este vídeo con las Pixiwoo (es un resumen estupendo de la esencia de su blog). Me gustan especialmente las Cheat Sheets, una especie de chuleta con los básicos por temas: acné, protección solar...Revisando los pasos en la dedicada a la limpieza, me encontré con uno en tercer lugar que me dejó, por ser fina, confundida. Recalca la importancia de usar el limpiador (o sea, mi el jabón en gel) sobre la piel SECA. Nada de mojarse, limpiar, aclarar. Directo del bote a la cara, emulsionar poco a poco mojando las puntas de los dedos, masajear y luego ya sí, retirar con agua o con un pañito si es una leche, crema, bálsamo.... En este momento, si eres como yo, estás entre una  crisis de ansiedad tras años lavándote (¡la beauty vergüenza!) mal, y pensar que eso es y siempre será una auténtica cochinada. 
Caso número 2, hace no mucho también se publicaba en la muy molana web IntoTheGloss un vídeo con una demostración práctica de cómo lavarse la cara. Y aunque no comienza en seco, casi, porque lo único que hace antes de aplicar la limpiadora es un par de sprays de agua termal y a frotar. Tal que así (y ojo al momento "swim").

Así que decidí probar la limpieza en seco, solo por la mañana porque por las noches soy 100% fiel al Nexa. Total, si era una guarrada solo tenía que volver a lavarme. Y los resultados... pues la verdad es que bien, aunque tampoco noto una gran diferencia. Desde luego es eficaz, la cara queda sin resto de suciedad, aunque también creo que es mérito de los productos en sí. Tal vez sea más agradable, no solo por evitar el agua cuando una está aún despertándose, sino porque al tener que emulsionar el limpiador poco a poco, añadiendo agua, se realiza un masaje facial casi sin querer. Conclusión, creo que no es más que una curiosidad, la diferencia no es abismal, pero me apetecía compartirlo.
En los próximos días espero subir una continuación del post con mis limpiadoras favoritas para piel sensible y acneica (¡presente!). Siento lo poquito que estoy publicando, estoy fatal de tiempo y también siento ponerlos tanto link a sitios en inglés, si conocéis alguna entrada parecida en español o webs interesantes  no dudéis en compartirlo en los comentarios.
Por último, gracias por leerme y hola a mis nuevos seguidores :) ¿Qué os contáis?