Revista Viajes

Ruy gonzalez de clavijo (la historia del madrid uzbeco)

Por Perimetroviajero

La historia a veces nos depara dosis de leyenda y sorpresas que dentro de un mundo cada vez más globalizado producen honor y ganas de ahondar en el conocimiento.

La historia que vamos a relatar a continuación guarda un gran significado para los madrileños especialmente, ya que se trata de la historia de Ruy González de Clavijo, madrileño y embajador del Reino de castilla en la mítica Samarcanda del siglo XV.

Regresemos a los albores del siglo XV, en el reinado de Enrique III de Castilla. Desde fines del siglo anterior los turcos otomanos amenazan fuertemente a Bizancio teniéndola aislada por tierra. Hay un gran sentimiento de peligro en toda la cristiandad, y ese sentimiento se hace notar en Castilla, que teme que, con la euforia de las victorias turcas se organice un ejercito en el norte de África que acuda en ayuda del reino nazarí de Granada. Estando así las cosas Enrique III decide enviar en 1402 una embajada al sultán otomano Bayaceto I. Esta embajada esta encabezada por Payo Gómez de Sotomayor y Hernán Sánchez de Palazuelos. Los embajadores llegan a su destino al tiempo que los mongoles dirigidos por Tamerlán (Timur Lenk) entran en guerra con los turcos, y asisten en primera línea a la batalla que enfrenta a los dos bandos en Ankara (Ancira, Angora).

En esta batalla se produce algo totalmente inesperado para nuestros embajadores: los mongoles timuries derrotan a los otomanos y dan muerte a Bayaceto. Gómez de Sotomayor y Sánchez de Palazuelos, inteligentemente, cambian el sentido de su embajada y la dirigen a Tamerlán. Éste queda muy agradecido a los caballeros castellanos y dispone que a su retorno a la Península Ibérica vengan acompañados de Mohamed Alcaxi con el encargo de servir de embajador ante el rey de Castilla, al cual le envía presentes, entre los que figuran tres o cuatro mujeres, esclavas de Bayaceto liberadas por Tamerlán. En febrero de 1403 encontramos a Alcaxi en Sevilla. El panorama político ha quedado alterado con la entrada en escena de los timuries: momentáneamente el peligro turco esta neutralizado y Enrique III decide estrechar más los lazos con Tamorlán utilizando el mismo mecanismo: una nueva embajada con presentes, como era costumbre en la época. Es en este momento cuando hace aparición nuestro personaje.

RUY GONZALEZ DE CLAVIJO (LA HISTORIA DEL MADRID UZBECO)

Ofrenda de Clavijo a Tamerlán

Esta vez para dirigir la embajada el rey castellano elige a Ruy González de Clavijo a Fray Alonso Paez de Santamaría y a Gómez de Salazar. González de Clavijo era Camarero Real, hombre de letras (tanto él como su mujer, Mayor Arias, escribían poemas) y diplomático. Era vecino y natural de Madrid, teniendo sus casas en la Plaza de la Paja. Comienza en este momento un periplo que arranca en el Puerto de Santa María el 21 de mayo de 1403 y que llegará hasta Samarkanda donde los embajadores cumplen su misión ante Tamerlán. El viaje está repleto de mil y un incidentes y fue plasmado maravillosamente en el libro que Clavijo (se supone que él es el autor) escribe: “Embajada a Tamorlán”. Este libro, que es una delicia descriptiva y que no desmerece en nada a la obra de Marco Polo, un libro de viajes escrito por un español medieval, ha sido en nuestro país injusta e incomprensiblemente ignorado durante mucho tiempo. Sólo gracias a Francisco López Estrada se ha recuperado en el siglo XX y recomiendo desde aquí su lectura a todos los interesados tanto en la historia de la época como en los viajes medievales.

RUY GONZALEZ DE CLAVIJO (LA HISTORIA DEL MADRID UZBECO)
ruta del viaje de Ruy González de Clavijo

No es motivo de estas líneas ni tendríamos espacio suficiente para relatar o analizar el viaje que dura hasta 1406 con la llegada a Alcalá de Henares de los embajadores y lo que queda de la comitiva, donde son recibidos por Enrique III. Pero si queremos señalar que, si en España apenas ha dejado huella nuestro buen Ruy González de Clavijo, no fue lo mismo en Asia Central, ya que Tamerlán decidió fundar una ciudad con el nombre de Madrid, en honor a Madrid, a Clavijo y a Enrique III. Hoy día sigue existiendo habiéndose convertido en un barrio de Samarkanda. Gracias a la Asociación Clavijo-Tamerlán de Amistad Hispano-Uzbeka, y a su presidente, Santiago Ruiz-Morales, hemos conocido que recientemente se ha dedicado una avenida principal a nuestro protagonista: Ruy González de Clavijo, así como el gran interés que se tiene en aquel país sobre él, sobre nuestra cultura, nuestra lengua y aquella historia en común, y no es en vano, ya que hay que tener presente que estamos hablando de la única embajada de un país europeo occidental a Tamerlán. Tenemos pues que ante el casi total desconocimiento del público en general existe un Madrid en Asía, el único en ese continente.

RUY GONZALEZ DE CLAVIJO (LA HISTORIA DEL MADRID UZBECO)

Calle dedicada a Clavijo en Samarcanda

En las afueras de Samarcanda está el observatorio astronómico que levantó Ulug Bek, hijo y sucesor de Tamerlán, en cuyo interior pueden contemplarse diversas pinturas alusivas a acontecimientos de la época, si bien son de ejecución muy posterior: en una de ellas podemos ver a Clavijo y a sus acompañantes rindiendo pleitesía a Tamerlán.

Con información de Alfonso Martinez (miembro del Foro cultural de Madrid)


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