Una obra de acción muy bien sostenida en el equívoco y el triángulo amoroso apoyado por un texto realista y chusco de continua rivalidad entre los personajes, irónicos y descreídos, y cuyo sentido, sin embargo, se pone a examen en función a la metateatralidad en la que los propios personajes montan la obra que ellos mismos están realizando en la plaza del pueblo, entre gallinas y sacos de patatas (en escenografía de Damián Galán), un lugar situado en el norte de Italia pero que muy bien podría ser en algún lugar del suroeste español como Guirigai Teatro se ha encargado de demostrar recuperando toda la fuerza de la picaresca a la italiana de Angelo Beoldo mostrando la maltrecha vida de Ruzante, un excombatiente cínico y malencarado que no deja de luchar para sobrevivir en el conflicto, el drama o la comedia que es la vida y que nunca termina, afrontando siempre continuos retos.http://www.revistamadreselva.com/543/picaro-ruzzante
Una obra de acción muy bien sostenida en el equívoco y el triángulo amoroso apoyado por un texto realista y chusco de continua rivalidad entre los personajes, irónicos y descreídos, y cuyo sentido, sin embargo, se pone a examen en función a la metateatralidad en la que los propios personajes montan la obra que ellos mismos están realizando en la plaza del pueblo, entre gallinas y sacos de patatas (en escenografía de Damián Galán), un lugar situado en el norte de Italia pero que muy bien podría ser en algún lugar del suroeste español como Guirigai Teatro se ha encargado de demostrar recuperando toda la fuerza de la picaresca a la italiana de Angelo Beoldo mostrando la maltrecha vida de Ruzante, un excombatiente cínico y malencarado que no deja de luchar para sobrevivir en el conflicto, el drama o la comedia que es la vida y que nunca termina, afrontando siempre continuos retos.http://www.revistamadreselva.com/543/picaro-ruzzante