Sábado en París: Les Halles, Isla de Notre Dame, Saint Germain de Pres, Montmartre

Por Nuestrosviajes

El sábado en París lo dedicamos a visitar el barrio de Les Halles y la Isla de Notre Dame por la mañana, el barrio de Saint Germain de Pres por la tarde, a pasear hasta la Torre Eiffel por la noche, y a cenar en el barrio de Montmartre

  • Barrio de Les Halles

Este barrio de moda, situado en el centro de París, debe su nombre al mercado central que existía en la zona, y que en los años 70 fue reemplazado por una gran zona verde, el Jardín de les Halles.

Es una de las zonas más animadas de la capital francesa para ir a pasear o tomar algo en sus numerosas brasseries. Hay un montón de calles interesantes por las que curiosear, con tiendas muy cool y restaurantes de moda.

Os recomiendo que visitéis Rue Saint-Sauveur, Rue Greneta, Rue Montmartre y Rue Montorgueil. Además, tenéis que recorrer el Passage du Grand-Cerf (del año 1825), uno de los más grandes paseos cubiertos de París, con 12 metros de altura. Tiene un precioso techo acristalado y una estructura de hierro forjado. En el interior, un montón de encantadoras tiendas de mobiliario, mercerías y objetos curiosos.

Arriba, rincones del barrio de Les Halles

Arriba, rincones del barrio de Les Halles

Arriba, rincones del barrio de Les Halles

Arriba, rincones del barrio de Les Halles

  Arriba, Passage du Grand-Cerf

  • Isla de Notre Dame, con parada en la Plaza del Pompidou

Desde Les Halles, dimos un paseo hasta la Isla de Notre Dame, pero antes nos desviamos un poco para visitar la Plaza del Pompidou, donde se encuentra Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou (inaugurado en 1977), que alberga, entre otros, el Museo Nacional de Arte Moderno, con una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más grandes del mundo. Junto al Centro Pompidou se encuentra la Fuente Stravinsky, una fuente pública adornada con dieciséis obras de escultura en movimiento.

Arriba, Centro Pompidou

Arriba, Fuente Stravinsky

Desde la Plaza Pompidou llegamos andando en menos de 10 minutos a la Isla de Notre Dame, en medio del Sena y donde se alza la preciosa catedral de estilo románico ( 1163 -1345).

En la Isla de Notre Dame se encuentran algunas de las calles más turísticas, llenas de tiendas de recuerdos y brasseries a cada paso, pero también se pueden encontrar otras un poco más tranquilas. Aprovechamos a comer por la zona, en un sitio llamado Le Café du Monde, es una callecita peatonal muy mona. Cominos muy bien por 12,50€ cada uno (había varios menús con distintos precios).

Arriba, con la catedral de Notre Dame de fondo

Arriba, callejuelas por la zona

  • Por la tarde: Barrio Saint Germain de Pres.

Desde la Isla de Notre Dame se llega en apenas 10 minutos andando a este barrio de moda.

Hicimos una parada en el Peunt Neuf (que a pesar de llamarse así es el más antiguo de la ciudad), donde vimos los miles de candados del amor que dentro de poco ¡van a desplomar el puente! Desde aquí se pueden coger las barcas para hacer recorridos por el Sena y cotillear los mini quioscos de madera que se colocan en la orilla con periódicos y pinturas de París.


En el barrio de Saint-Germain de Pres abundan las galerías de arte (nunca he visto tantas seguidas como en París), casi todas ellas de arte contemporáneo. La variedad de piezas de arte es infinita, algunas muy pop, otras un tanto controvertidas… Para gustos, los colores. Las calles que más nos gustaron fueron la pequeña y preciosa Rue Viscontis, la Rue Jacob,  Rue de Buci, Rue de Seine, Place Saint-Germain de Pres

Pero además de galerías de arte, en el barrio de Saint-Germain de Pres hay un montón de cafeterías típicas parisinas, con diminutas mesas en terrazas abarrotadas, no importa el mes del año. Es el momento perfecto para hacer una parada, tomarse un café y pensar en los siguientes sitios a visitar. En el  Bulevar de Saint Germain es donde más encontramos, algunas tan famosas como Les Deux Magots (frecuentada por la élite literaria de París en el s. XX), Café de Flore (preciosa, llena de flores en la fachada) y la chocolatería Patrick Roger (toda una institución, no hay que perdersela).

  • Paseo nocturno a la Torre Eiffel

Desde Saint-Germain de Pres, hay un bonito paseo de 3 km a orillas del Sena que cubre gran parte de los lugares y jardines más emblemáticos de París.

Dado que las horas de luz las exprimimos en los barrios de París, este recorrido lo hicimos de noche, con algunos de los puntos bien iluminados, y otros, como los Jardines de las Tullerías y los Campos Elíseos, no tan espectaculares como a pleno día.

Para empezar nuestro recorrido, cruzamos el Pont du Carrousel y enseguida nos encontramos en el Museo del Louvre. El impresionante Museo estaba tenuamente iluminado, destacaban sobre todo las pirámides de vidrio y aluminio,  obra de Ieoh Ming Pei.

Arriba, Museo del Louvre

Desde el Louvre, seguimos caminando hasta encontrar los Jardines de las Tullerías (preciosos, aquellos que vayáis por primera vez a París, no os los podéis perder a la luz del día), y a continuación, los Campos Elíseos (principal avenida de París, va desde el Arco del Triunfo a la Plaza de la Concordia).

Desde los Campos Elíseos, cruzando el Pont Alexandre III llegamos al Palacio Nacional de los Inválidos. Este complejo (1674) fue creado inicialmente para ofrecer cobijo a los veteranos inválidos de guerra que se quedaban sin hogar.

Desde aquí, enseguida llegamos a maravillosa Torre Eiffel. Como veis en las fotos, no esta iluminada a pesar de ser de noche: nuestra escapada a París coincidió con los terribles atentados del 13 de noviembre de 2015. Para disfrutar de la Torre Eiffel, de día, lo mejor es hacer un desayuno o un picnic sobre el césped de los Champ de Mars. Para aquellos que queráis subir a lo alto de la Torre, debéis saber que podéis hacerlo en ascensor, o a pie hasta la segunda de las tres plantas (704 escalones). También se puede optar por tomar una copa en lo alto, o comer al aire libre con París a tus pies.

  • Cena en Montmartre

Tras una agotadora jornada recorriendo París, llegó el momento de relajarse un poco y disfrutar de una cenita. Cogimos el metro (1,80€ el billete sencillo, 14,50€ el billete de 10 viajes) en la cercana estación de Bir-Hareim e hicimos un transbordo para llegar a la estación de Blanche, en el barrio de Montmartre.

El barrio de Montmartre de puede disfrutar tanto de día como de noche. Por la noche, es un sitio estupendo donde cenar. Hay que visitar el Moulin Rouge (frente a la parada de metro de Blanche) y alejarse un poco de la calle principal Boulevard de Rochechouart (llena de tiendas eróticas). Os recomiendo que os mováis por las calles Rue des Abbesses, Rue des Trois Freres, Place du Tetre...

Tomamos una cerveza en la Happy Hour de un bar al azar que encontramos (aprovechad estas horas porque sino la cerveza es super cara!) y luego cenamos en un sitio muy, muy recomendable. Se llama La Taverne de Montmartre (25 Rue Gabrielle) y tomamos una raclette memorable, a las fotos me remito. Muy curioso como se preparaba el queso, que se fundía al acercarlo a las brasas. El sitio, muy auténtico; la raclette cuesta 22,50€ por persona.

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