Sabemos decir no? por @miguelthepooh

Por Miguel Pujante Marco @miguelthepooh

Hay veces que sentimos que debemos vender lo que sea a quien sea… eso en los comercios convencionales en el que el numero de ventas es muy oscilante en función del día del mes (por supuesto dependiendo del producto) es muy común…

Es fácil llevar varias horas con nuestro comercio abierto, son las estanterías desgastadas por tanto limpiarlas o recolocando ese escaparate por puro aburrimiento. Esa vitrina que pide a gritos que la cambien el orden, pero que somos incapaces, ya que hemos decidido que solo lo que se ve es lo que se vende y “eso” lo necesitamos vender a la voz de YA.

Entra un señor/señora despistado viendo nuestro caos mental, se hace fuerte por que observa nuestra debilidad emocional. Se acerca al impoluto mostrador, te mira a los ojos. El sudor frio recorre tu columna, te estremeces. Le aguantas la mirada, esa gota persistente de frio sudor quiere brotar de tu cuello…

Te pregunta… ¿puede ponerme esos calcetines?

Sin pensarlo, sin evaluar las consecuencias, sin contemplar la posibilidad de qué paso vas a seguir a continuación. Le respondes sin dejar de mirar esos ojos autoritarios…

NO

De momento el cliente (o casi-cliente) se queda con cara de susto, retrocede un paso. Vuelve a indagar en tu cara, buscando la mueca de sonrisa que le diga que le has gastado una broma. Encuentra tu ceño fruncido, la mirada que ha adquirido la autoridad necesaria como para negar la posibilidad de hacer una venta, quieres explicarte, pero ¿querrá el cliente escuchar tus objeciones?.

Saber gestionar tu opinión (sobre todo si es negativa) es lo único que va a poder reafirmar tu profesionalidad, hacer que el cliente confíe en tu criterio, de la misma manera que debemos saber que le conviene a nuestro cliente. Hablamos de fidelización incluso antes de realizar la primera venta. Debemos alegrarnos cuando recibimos nuestra venta de repetición mucho más que de la primera venta a un cliente nuevo.

La gestión del NO solidifica enormemente esas relaciones y debemos tener el aprendizaje de esta palabra como primera máxima hacia la satisfacción de nuestros cliente. Podemos vender lo que queramos solo una vez, pero debemos conseguir clientes fieles, tanto como lo seamos nosotros a ellos. Es una relación de dos direcciones, nosotros escucharemos sus inquietudes y ellos nos corresponderán con su presencia en nuestro comercio.

¿estás dispuesto a decírselo a un cliente? ¿quieres vender o fidelizar?

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