"Sabemos demasiados secretos y suciedades que implican a muchos poderosos. Sabemos quienes han pedido créditos y no los han devuelto, los que nos obligaron a condonarlos, los que nos exigieron que financiasemos operaciones insolventes y los que cometieron otras muchas tropelías de las que ni siquiera debemos hablar", dijo.
Y explicó que si ahora se acosa a los que se retiraron con un chorro de millones de indemnización, ellos van a defenderse hablando y revelando secretos desestabilizadores. Entonces, la lluvia de excrementos haría insoportable la vida en España.
Por eso, quizás lo mejor sea dejar las cosas como están y empezar de nuevo a construir nuestro sistema financiero, esta vez con ética y decencia, concluyó.
Lo cuento tal como lo escuché, sin que haya podido todavía superar mi estupor e indignación ante esa explicación.