Todo tiene su opuesto. Y si no lo tiene, es que alguien nos está manipulando, porque no le interesa el contraste. Está lo blanco y lo negro, el amor y el odio, la eficacia y la ineficacia. Así funcionan las cosas ¿no?
Pues en formación, NO funcionan así. Tenemos identificados a los responsables de formación. El departamento en su caso, los jefes, siempre. Las empresas, unas más, otras menos, se ocupan de “Formar” a su gente.
Bien ¿y dónde esta el listado de acciones de De-formación que cada día se ejecutan en nuestra organización? ¿Y dónde el listado de jefes que De-forman a sus empleados? ¿Quién se ocupa de eso? ¿Quién debería ocuparse? ¿La línea? ¿O un staff?
Que esto no se controle, y que si se hace tenga pocas consecuencias, es curioso. Puedes tirarte un año cultivando músculo, y un accidente de un minuto dejarte baldado para los restos. Lo negativo suele pesar mucho más que lo positivo, y ser más lesivo. Diez horas de formación pueden ser destrozadas por un mal jefe en cinco minutos y una frase tipo “déjate de tonterías, que aquí no se trabaja así”. Si esto es así ¿Por qué controlamos los + e ignoramos los -?
Propondría primero, realizar un listado. Saber de que estamos hablando. Después, asignar un responsable de ejecución. El Departamento de formación debería ser también el departamento de control de la de-formación.
Y luego proponer medidas. Porque pocas serán mas rentable, a medio plazo, que esas medidas.