'Saben aquel que diu...'

Por Sidhe @leanansid

Este año 2011 se cumplían diez del fallecimiento de Eugeni Jofra, conocido por todos como Eugenio. Y yo sin enterarme.
Eugenio era un enorme humorista que apenas necesita presentación. El hombre de negro, que contaba chistes impasiblemente entre tragos de cubata y caladas de cigarrillo... No exagero si lo sitúo entre los máximos exponentes del humor español.
Y fue en aquellos singulares años 80, en que el cine español empezaba a ensanchar sus horizontes, que grandes cómicos dieron el salto al cine, como ya sucediera con Los Hermanos Calatrava o Martes y Trece... y Eugenio no iba a ser una excepción, así que en 1983 se preparó una película a su medida, esta Un Genio En Apuros.
Aunque comenzara a dar sus primeros pasos artísticos como cantautor, Eugenio fue progresivamente introduciendo chistes en su repertorio hasta que finalmente decidiera dedicarse a lo que mejor se le daba: Arrancar carcajadas al público mientras permanecía impávido en el escenario. Y fue esa presencia pétrea, casi melancólica, la que le dio la fama y le valió la simpatía y el cariño del público.


Sus apariciones en televisión  fueron las que le hicieron subir al estrellato. Contaba sus chistes sin apoyarse en pantomimas ni imitaciones, con su característico acento catalán, su semblante serio y su fina ironía.
Marcaba hábilmente los tiempos dando tragos a su bebida y caladas a su sempiterno cigarrillo, pero su principal seña de identidad sería la frase con que comenzaba todos sus chistes, entonando con su voz grave y nasal su ya famoso ¿Saben aquel que diu...?



Durante los 80 y 90 la presencia de Eugenio era habitual en los entonces numerosos programas humorísticos españoles. Grababa una cassete detrás de otra y gozaba del cariño incondicional del público.

Diversos problemas de salud le obligaron a apartarse de los escenarios a mediados de los años 90, hasta que, desgraciadamente, su vida se truncase de forma prematura cuando falleciera el año 2001 a causa de un fatal ataque al corazón. Contaba con 59 años de edad.

Aun hoy, Eugenio es recordado y admirado por varias generaciones como uno de los grandes mitos del humor.





Y tras esta breve semblanza del simpar Eugenio vamos a la película que nos ocupa.
Para  Un Genio en Apuros (titulada en catalán como Un Geni am l'Aigua al Coll), se preparó un guión a la medida de este genio del humor: Sarcástico, desenfadado, con un sentido del surrealismo ligeramente absurdo y un ritmo desenfrenado. La película huye de la habitual sucesión de gags a mayor lucimiento de su protagonista para centrarse en hilar una estrambótica trama en la que cabe casi de todo, regada, eso sí, con un sentido del humor blanco y apto para toda la familia... Pero capaz de dar de vez en cuando alguna puyita en forma de irónicos comentarios muy críticos con diversos aspectos de la sociedad adulta.

Un Genio en Apuros nos sitúa en la novelesca vida de Eugenio, un peculiar y exuperyano personaje. Artista, inventor, soñador... Y padre de una hermosa niña, a la que educa a su peculiar manera, de espaldas al mundo de los mayores.

El resto de su familia no comprende su romántico modo de vida y le obliga constantemente a llevar una vida seria.


Cuando, por enésima vez, nuestro amigo ofrece un guión a un productor cinematográfico, este le promete aceptar uno con tal de que se ciña a los acontecimientos de la vida real, con lo que ese día Eugenio deberá tener en cuenta el ritmo normal de la vida. Y será ese mismo día cuando Eugenio se convierta en improvisado héroe, inmerso en las más rocambolescas peripecias, a las que se enfrentará con su particular estilo.


Para la puesta de largo de Eugenio se contó con un elenco de actores de la mejor comedia española del momento, como José Luis López Vázquez, Agustín González, Antonio Ozores o Juanjo Puigcorbé. Se encargó la dirección a Josep Lluis Comerón (quien realizase Larga Noche de Julio y La Rebelión de los Pájaros con el grupo infantil Regaliz), y, cómo no, la presencia de Eugenio se pasea con pachorra por toda la película, y nunca sabremos si es un pésimo actor o se está interpretando a sí mismo.
Como curiosidad cómplice, hay que destacar el hecho de que Eugenio se afana durante todo el metraje por contar algún chiste, aunque nunca le dejan.



El guión en esta comedia es, como cabría imaginar, una mera excusa para el lucimiento de nuestro querido Eugenio, y las aventuras alocadas e inverosímiles se suceden de principio a fin.
Rodada en 1983, Un Genio en Apuros es una buena muestra del cutrerío ochentero español, tiene un gran valor nostálgico, y ese punto de peli mala buena que la hace muy disfrutable y altamente recomendable para los fans de Eugenio, o simplemente para curiosos del séptimo arte. 
A continuación os dejo con una de las últimas apariciones de este humorista único:

A día de hoy el recuerdo de Eugenio sigue muy vivo en la memoria de la gente, y su legado ha sido recientemente retomado por el cómico conocido como Reugenio, que a modo de tributo se dedica a reproducir sus peculiares actuaciones a lo largo y ancho de la geografía española.
Sirva esta humilde reseña como homenaje a este gran humorista.
Allá va una de las escenas de la película: