Me parto de risa. Para los españoles este año va de muerte por elecciones. Sin descanso ni perdón. Una detrás de otra. El avispero de los políticos ha sido zarandeado y ahí están esos hipócritas y caraduras buscando a quien acribillar a picotazos. Como buitres andan tras las encuestas y mierdas de sondeos propagandísticos para justificar sus felonías anteriores. Algunos de los "mayores" se siente perseguidos por aquellos pupilos que estuvieron en sus filas y saltaron del nido buscando un nuevo camino. Tenían el talento en sus filas y no supieron verlo, empecinados más en repartir entre barones de ideas achacosas que entre sus súbditos aventajados. Sólo querían perritos amaestrados para mantener la hegemonía bipartidista. Y ¡Puf! Les salió rana. Por fin. ¿Creyeron acaso que iba a ser eterno? No aprendieron la lección que les trajo aquél partido de la transición llamado UCD, que se perdió en la nada del recuerdo histórico y quedará allí sin pena ni gloria. Sólo para afines a los recuerdos vividos de la época. Tal que algunos veneran a dictadores que no han conocido porque no habían nacido siquiera cuando por alegría de muchos murió, otros ni se acordarán de ello ni les importará un pepino. Así es la historia política. Y así se la he resumido. Va por la tortura de soportar la bazofia informativa manipuladora y electoralista que nos llueve ya en Andalucía como tormenta y preludio del huracanado grito y lamento por un voto y que se cierne sobre nuestras cabezas, o molleras para aquellos que no lo tenga claro todavía. Porque los indecisos son sus objetivos. Mis condolencias.