Como te puedes imaginar, sobre todo si eres "cafeter@", la cafeína hace una pequeña trampa en nuestro organismo y actúa como suplantadora. Cuando las moléculas de cafeína llegan a nuestros neuroreceptores, después de tomarnos una taza de café, se acoplan en el mismo lugar en que suele ir la adenosina, molécula muy parecida y que activa la señal del sueño, por lo que la hora de irse a dormir se pospone unos minutos más. La adenosina es una molécula que, junto con otras, regula nuestros ritmos circadianos (del latín circa que significa "alrededor de" y dies que signifca "día" son oscilaciones de nuestras variables biológicas en intervalos regulares de tiempo). Pues bien, a lo largo del día estos neurotransmisores se van acumulando hasta que llega un momento que nos envían la señal de que lo mejor es irse a la cama a descansar. La cafeína sin embargo, bloquea los receptores para esa sustancia y su carácter estimulante nos sigue manteniendo alertas en contra de lo que nuestro organismo estaría solicitando.Basándose en todos estos datos, resumidos de forma simplificada, el profesor Steven Miller se plantea en su blog cuál es la mejor hora para tomar café y por tanto si hacemos bien en recurrir a él como un elemento fundamental en nuestros desayunos.Según Miller, la hormona del cortisol, directamente relacionada con los ya citados ritmos circadianos, alcanza sus momentos de máxima producción en nuestro organismo a primera hora de la mañana. El cuerpo necesita generar muchas fuentes de energía tras el periodo de descanso nocturno y el hipotálamo activa la secreción de cortisol ayudando a que el motor del cuerpo se ponga en marcha. La conclusión del científico es que tiene poco sentido tomar cafeína en ese momento, ya que nuestro organismo está alcanzando su máximo nivel de alerta y no la necesita. Uno de los principios fundamentales en farmacología es el de aplicar la "droga" cuando se necesita ya que lo contrarío puede acabar provocando una tolerancia a la misma. Por tanto, tomar café a primera hora de la mañana tendrá poco efecto sobre nuestro organismo y por contra hará que a largo plazo necesitemos mayores dosis para sentir que funciona. Entonces, ¿cuál es la mejor hora para tomarnos ese café reparador?. La conclusión de Miller es clara, la mejor hora es cuando llevamos ya un par de horas despiertos y los niveles de cortisol empiezan a bajar de forma natural. De cualquier forma, lo mejor sería darse un paseo y despejarse sin necesidad de café, que a la larga no es bueno ni para la tensión arterial ni para el sistema digestivo.Seas o no "cafeter@" y hagas caso o no de estas sugerencias, seguro que al menos te ha servido para conocer un poco mejor como funciona nuestro organismo.Si quieres profundizar en el tema, la fuente del estudio es "The best time for your coffe" (NeuroscienceDC).
Como te puedes imaginar, sobre todo si eres "cafeter@", la cafeína hace una pequeña trampa en nuestro organismo y actúa como suplantadora. Cuando las moléculas de cafeína llegan a nuestros neuroreceptores, después de tomarnos una taza de café, se acoplan en el mismo lugar en que suele ir la adenosina, molécula muy parecida y que activa la señal del sueño, por lo que la hora de irse a dormir se pospone unos minutos más. La adenosina es una molécula que, junto con otras, regula nuestros ritmos circadianos (del latín circa que significa "alrededor de" y dies que signifca "día" son oscilaciones de nuestras variables biológicas en intervalos regulares de tiempo). Pues bien, a lo largo del día estos neurotransmisores se van acumulando hasta que llega un momento que nos envían la señal de que lo mejor es irse a la cama a descansar. La cafeína sin embargo, bloquea los receptores para esa sustancia y su carácter estimulante nos sigue manteniendo alertas en contra de lo que nuestro organismo estaría solicitando.Basándose en todos estos datos, resumidos de forma simplificada, el profesor Steven Miller se plantea en su blog cuál es la mejor hora para tomar café y por tanto si hacemos bien en recurrir a él como un elemento fundamental en nuestros desayunos.Según Miller, la hormona del cortisol, directamente relacionada con los ya citados ritmos circadianos, alcanza sus momentos de máxima producción en nuestro organismo a primera hora de la mañana. El cuerpo necesita generar muchas fuentes de energía tras el periodo de descanso nocturno y el hipotálamo activa la secreción de cortisol ayudando a que el motor del cuerpo se ponga en marcha. La conclusión del científico es que tiene poco sentido tomar cafeína en ese momento, ya que nuestro organismo está alcanzando su máximo nivel de alerta y no la necesita. Uno de los principios fundamentales en farmacología es el de aplicar la "droga" cuando se necesita ya que lo contrarío puede acabar provocando una tolerancia a la misma. Por tanto, tomar café a primera hora de la mañana tendrá poco efecto sobre nuestro organismo y por contra hará que a largo plazo necesitemos mayores dosis para sentir que funciona. Entonces, ¿cuál es la mejor hora para tomarnos ese café reparador?. La conclusión de Miller es clara, la mejor hora es cuando llevamos ya un par de horas despiertos y los niveles de cortisol empiezan a bajar de forma natural. De cualquier forma, lo mejor sería darse un paseo y despejarse sin necesidad de café, que a la larga no es bueno ni para la tensión arterial ni para el sistema digestivo.Seas o no "cafeter@" y hagas caso o no de estas sugerencias, seguro que al menos te ha servido para conocer un poco mejor como funciona nuestro organismo.Si quieres profundizar en el tema, la fuente del estudio es "The best time for your coffe" (NeuroscienceDC).