Difícilmente la sabiduría popular podría haber encontrado un nombre más acertado para este pozo, pues el llamado pozo viejo, sin lugar a duda, es el abuelo de todos los pozos de la localidad.
De hecho, la presencia en sus inmediaciones de cerámicas del tipo “terra sigillata” junto con el hallazgo de monedas del alto imperio, así como su particular y cuidado empedrado interior, nos hablan de un origen romano y nos permiten datar su construcción aproximada entre el siglo I antes de Cristo y los comienzos de nuestra era. Es decir: el pozo viejo tiene una antigüedad de más de 2000 años y, hoy por hoy, es la obra civil más antigua y en pleno uso de toda la historia de Corral de Almaguer.
De ese mismo origen romano, nos habla también su localización en una de las importantes vías de comunicación (calzadas) que los romanos trazaron para fomentar el comercio interior entre sus ciudades, convirtiéndose en lugar de descanso y parada obligatoria para el abastecimiento de hombres y caballerías. El hecho añadido de que hasta la llegada del cristianismo nuestro pozo estuviera dedicado al Dios “Airón” (Dios ibero-romano de las aguas y las profundidades) y que la tradición popular haya sabido mantener ese nombre hasta nuestros días -denominando a la zona que lo circunda como zona del pozo airón- viene a confirmar definitivamente su antiquísimo origen.
¿Sabías que el pozo viejo está asociado a una profecía?
Si en el anterior apartado recogimos sus orígenes ibero-romanos, en este vamos a recoger su evolución a lo largo de los siglos, pues la calidad, cantidad y constante nivel freático de sus aguas, lo convirtieron desde el principio en una de las principales fuentes de abastecimiento de la villa, siendo, desde la edad media y prácticamente hasta comienzos del siglo XX, el lugar preferido por los azacanes (aguadores) para llenar los cántaros de agua que más tarde repartían por la población a lomos de sus borriquillos.
Esa misma fama referente a la calidad de sus aguas, provocó que a lo largo de la historia le fueran añadidas nuevas bocas a su alrededor (hasta un total de 7) con el objeto de facilitar la extracción de agua durante los meses de verano, dada la frecuente extenuación de los otros pozos y manantiales que surtían a la población.
Teniendo en cuenta pues la importancia y el valor estratégico del pozo viejo para la salud de los vecinos de Corral de Almaguer, a lo largo de los siglos le fueron practicadas numerosas limpiezas y drenajes por parte de los Concejos o Ayuntamientos, para mantenerlo siempre con el mejor estado posible de pureza de sus aguas
. De entre todas esas limpiezas rigurosas, destaca la efectuada por el Alcalde D, Crisanto Ortega a finales de la década de los 50 en la que, además de la limpieza de rigor, se saneó y cercó la zona periférica, se construyó una caseta elevada y techada encima del pozo para evitar al máximo la contaminación externa, se tapó el brocal principal para evitar accidentes y se le instaló un sistema de extracción consistente en una noria metálica accionada manualmente, dotada de cangilones del mismo material, que vertían las aguas al exterior a través de un caño del que podían abastecerse directamente los vecinos, rebosando sobre unos abrevaderos en los que los animales también podían saciar su sed.
Como curiosidad, recoger finalmente la vieja leyenda en forma de profecía que hace alusión a este pozo y que dice de esta manera:“… Encontrábase un buen día San Vicente Ferrer camino del Corral de Almaguer para convertir a los judíos de esa villa, cuando, cansado y sudoroso por la dureza del camino, vino a recalar en un pozo que los naturales de allí llaman el viejo. Tras hacer un descanso para reponer fuerzas quedó confortado de tal manera por la frescura y la dulzura de sus aguas, que dijo de su boca:”Te veras apurado pero jamás agotado”
Recuerda: Cuando vayas al pozo viejo, cuida su entorno para que esta profecía siga siendo realidad durante muchos siglos más.
Creado por: José Luís Mendoza / Rufino Rojo García-Lajarahttp://somoscorraldealmaguer.com/category/sabias-que-2/