¿Sabías que la Preocupación es Opcional?

Por Frabreum @FRABREUM

BY RICK WARREN — Cuando enfrentas situaciones estresantes en tu vida, tienes tres opciones: puedes preocuparte, puedes ignorar tu estrés, o puedes relajarte y confiar en Dios.

En el Salmo 116:7 la Biblia dice: “¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno contigo!” (NTV). No puedes confiar en Dios y preocuparte al mismo tiempo.
Esto no es solo buena sabiduría espiritual del Señor; también es sabiduría para tu salud. La Biblia dice en Proverbios 14:30 que un corazón en paz es un corazón saludable: “La paz en el corazón da salud al cuerpo.” (NTV).
No es lo que comes lo que destruye tu salud, sino lo que te come a ti es lo que la deteriora. Puedes tener los mejores planes saludables —consumir comida fresca, nutritiva, orgánica y en las porciones apropiadas— pero si tienes resentimiento contra alguien o te preocupas por el futuro, tu salud va a sufrir.
La preocupación es como un veneno o un fuego. Te quema por dentro. Recuerdo haber visto un antiguo episodio de la serie de detectives “Colombo” en que el cantante country Johnny Cash representaba al personaje malo. Cuando al final fue capturado, dijo: “Estoy tan contento de que me hayan detenido, porque la culpa me estaba matando”.
Enfrentamos todo tipo de preocupaciones en nuestras vidas, pero la mayoría de ellas giran en torno a estas cinco áreas. Nos preocupamos:
  • Porque podremos ser abandonados.
  • Porque no sabemos qué haremos en el futuro.
  • Porque no tenemos lo que vamos a necesitar en el futuro.
  • Porque seremos lastimados por algo o alguien en el futuro.
  • Porque no tendremos la fuerza para sobrevivir en el futuro.

Pero hay buenas noticias. No tienes que preocuparte. ¡La preocupación es una miseria opcional! Hay muchas cosas que impactan tu salud sobre las que no tienes ningún control. ¡Pero sí puedes controlar el nivel de tu preocupación!
Dios tiene más de 7.000 promesas en la Biblia. Muchas de esas promesas se centran en las áreas de tu mayor preocupación, como las cinco mencionadas arriba.
Si tienes una relación con Dios por medio de Jesucristo, conoces a Aquel que ha creado tu futuro. Sus promesas acerca de tu futuro dan vida, no preocupaciones que destruyen tu estómago.
Una de esas 7.000 promesas bíblicas dice: “Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán” Isaías 43:2 (NTV)
No tienes por qué preocuparte. Aquel que sostiene tu futuro, lo caminará junto a ti.
Reflexiona sobre esto:
  • ¿En qué maneras has visto que la preocupación impacta tu salud física o la de aquellos a quienes amas?
  • ¿En qué área de tu vida estás luchando para confiar en Dios, que te causa preocupación innecesaria?
  • ¿Qué promesa de Dios puedes reclamar para que te ayude a confiar más en él y preocuparte menos?